Texto El Ensayo III - I

PARTE III


CAPÍTULO I



DEL COMERCIO EXTERIOR


3.1.1 Cuando un país intercambia una pequeña cantidad de productos de la tierra por uno más grande obtenida del comercio exterior, parece obtener ventaja; y si el dinero es más abundante allí que en el extranjero, intercambiará siempre una menor cantidad de producto de la tierra por una mayor.

3.1.2 Cuando un país intercambia su trabajo por el producto de tierras extranjeras parece tener ventaja, ya que sus habitantes se alimentan a expensas del extranjero.

3.1.3 Cuando un país intercambia sus productos conjuntamente con su trabajo por un producto mayor del extranjero con igual o mayor mano de obra, parece que otra vez obtiene ventaja.

3.1.4 Si las damas de París consumen habitualmente encaje de Bruselas por valor de 100.000 onzas de plata, un acre de tierra en Brabante, en el cual se puede obtener 150 libras de lino, que fue convertido en fino encaje de Bruselas, responderá por este valor. Para ello será necesario el trabajo anual de alrededor de 2.000 personas en Brabante para realizar las diversas partes de la tarea, desde sembrar el lino hasta la perfección final del encaje. El empresario o comerciante de encaje adelantará el capital. Él pagará directa o indirectamente a todas las hilanderas y encajeras en la proporción del trabajo de los que hacen sus herramientas. Todos los que toman parte de el trabajo, directa o indirectamente, deben su manutención al agricultor de Brabante que paga en parte la Renta del terrateniente. Si en esta economía el producto de la tierra atribuída a esas 2.000 personas corresponde a 3 acres por cabeza, tanto para el mantenimiento de sí mismos como para el de sus familias, habrán 6.000 acres de tierra en Brabante empleados para el mantenimiento de aquellos que trabajan en el encaje, a expensas de las damas de París, que pagarán y lucirán esos encajes.

3.1.5 Las damas de París pagarán en conjunto 100.000 onzas de plata, cada una pagará en proporción a lo que ha comprado. Toda esta plata debe ser enviada a Bruselas en especie, descontado el coste de envío de la remesa, y el empresario en Bruselas, con lo que se resarcirá de todos los adelantos que haya hecho y de los intereses del dinero que quizás haya tomado en préstamo, y también un beneficio que quedará en la empresa para el mantenimiento de su familia. Si el precio que las damas pagan por sus encajes no cubren todos los costos y beneficios, no habrá estímulo para la fabricación, y los empresarios cesarán de llevar tal negocio a cabo o se verán abocados a la bancarrota; pero como hemos supuesto que esta manufactura continúa, es necesario que todos los gastos sean cubiertos por los precios pagados por las damas de París, y las 100.000 onzas de plata enviadas a Bruselas, si la gente de Brabante no adquiere mercancías en Francia para compensar la deuda.

3.1.6 Pero si los habitantes de Brabante consumen  vino de Champagne anualmente por valor de las 100.000 onzas de plata, la deuda del vino responderá de la de los encajes, y la balanza comercial con respecto a estas dos ramas quedará nivelada. La compensación y circulación será efectuada a través de los agentes de comercio y los banqueros, echando una mano cada uno en su oficio.

3.1.7 Las damas de Paris pagarán 100.000 onzas a quién les vende y suministra los encajes y él se los entregará al banquero, quién les entregará una o más letras de cambio sobre su corresponsal en Bruselas. En banco remitirá el dinero al mercader de vinos en Champagne, quién tiene 100.000 onzas de plata en Bruselas y le entregará a cambio sus letras por el mismo valor que le habrá enviado su corresponsal en Bruselas. Así que las 100.000 onzas pagadas por el vino de Champagne en Bruselas se compensarán con las 100.000 onzas pagadas por los encajes de París, y de este modo, el problema de enviar a Bruselas el dinero recibido en París será evitado. Esta compensación es efectuada mediante letras de cambio, cuya naturaleza trataré de explicar en el próximo capítulo.

3.1.8 Mientras tanto,este ejemplo muestra que las 100.000 onzas que las damas de París pagaron por los encajes acabaron en manos de los mercaderes que enviaron el vino de Champagne a Bruselas. Y que las 100.000 onzas que los consumidores de Bruselas pagaron por el vino de Champagne acabaron en manos de los mercaderes de encajes.Los empresarios de ambos lados distribuirán el dinero entre aquellos cuyo trabajo emplearon, bien en los vinos o en los encajes.

3.1.9 Está claro que las damas de París apoyan y mantienen a todos aquellos que trabajan en los encajes de Brabante y hacen que el dinero circule allí; e  igualmente los consumidores de vino de Champagne en Bruselas apoyan y mantienen a los arrendatarios de viñedos y otros que participan en la producción de vino como los fabricantes de carros, los carreteros, herreros y otros que participan en el transporte, en la cría de caballos que participan en él, y además pagan el valor del vino producido en la tierra y ocasionan la circulación del dinero en Champagne.

3.1.10 Sin embargo, esta circulación o comercio en Champagne que arma tan gran revuelo, que mantiene a los arrendatarios de las viñas, a los campesinos, a los fabricantes de carros, a los herreros, a los carreteros y que paga también la Renta del propietario del viñedo así como también la del propietario de los pastos que sirven para alimentar a los caballos de tiro es, en este caso, un comercio poco rentable y oneroso para Francia en sus resultados.

3.1.11 Si un muid [un muid era una medida francesa de capacidad que variaba entre unas regiones y otras] de vino se vende en Bruselas a 60 onzas de plata y si suponemos que un acre [1 acre = 4.047 m2] de viñedo produce 4 muids deben ser enviados a Bruselas el producto de 4166½ acres de tierra correspondiente a 100.000 onzas de plata, y alrededor de 2.000 acres de pastos y tierra arable para el heno y avena consumidos por los caballos de los carros si están empleados solo en este trabajo durante todo el año. Y de este modo habrá unos 6.000 acres de tierra sustraído al mantenimiento de los franceses, y los habitantes de Brabante incrementará el producto de 6.000 acres de tierra, ya que el vino de Champagne que toman ahorran más de 4.000 acres que ellos probablemente usan para producir cerveza para beber sino se beben el vino. Sin embargo, el encaje con lo que se paga todos los costes de la gente de Brabante solo necesita un cuarto de acre de tierra dedicada al cultivo del lino. De este modo, con el producto de un acre el pueblo de Brabante paga por más de 16.000 acres a los franceses con menos cantidad de trabajo. El pueblo de Brabante obtiene un aumento de la subsistencia y solo entregan un artículo de lujo que no aporta ninguna ventaja real a Francia, ya que el encaje es usado y consumido allí y no puede ser intercambiado por algo útil. Siguiendo la regla de los valores intrínsecos, la tierra usada en Champagne para la producción de vino, el mantenimiento de los viñateros, los tinajeros, los carreteros, los herrateros de los caballos, fabricantes de carros, etc., debe ser equivalente a la tierra usada en Brabante para la producción de lino, el sustento de las hilanderas y las tejedoras de encajes, y de todos aquellos que toman parte en la manufactura de los encajes.

3.1.12 Si el dinero circula más en Brabante que en Champagne, la tierra y el trabajo será más caro allí, y consecuentemente, y por lo tanto, teniendo en cuenta la valoración de la plata en ambos lados, los franceses pierden aún más.

3.1.13   Este es un ejemplo de una rama del comercio, que refuerza a los extranjeros, disminuye el número de habitantes y sin ocasionar que el dinero em circulación lo abandone, debilita al mismo Estado. Lo he elegido para mostrar como un Estado puede ser la víctima de otro, y el método para juzgar las ventajas y desventajas del Comercio Exterior.

3.1.14 El comercio exterior puede ser útilmente regulado examinando los resultados del comercio por separado. No puede ser aprehendido por razones netamente abstractas. Examinando los casos particulares siempre se encontrará que la exportación de todos los artículos manufacturados es ventajosa para el Estado, porque en este caso el extranjero siempre paga y apoya a los trabajadores útiles para el Estado: los mejores rendimientos o pagos son los realizados en especie, y en defecto de dicho pago en especie, los productos de la tierra extranjera que requiera menos trabajo. Mediante este método de comercio, los países que tienen muy pocos productos sin elaborar, son a menudo vistos como países que mantienen a la mayoría de sus habitantes con mayor facilidad y abundancia.

3.1.15 Pero a medida que los grandes países no tienen necesidad de aumentar el número de sus habitantes, es suficiente para hacer que aquellos que en él viven de los productos sin elaborar del país, lo hagan con más comodidad y facilidad, y logren aumentar la fuerza del país para su defensa y seguridad. Para hacerlo del mismo modo mediante el comercio exterior es necesario fomentar en lo posible la exportación de bienes y manufacturas del país a cambio de algo. que bien podría ser oro y plata en especie. Si por una abundante cosecha sucede que hay un país en el que se produce mucho más de su consumo ordinario anual, sería rentable fomentar la exportación del excedente a cambio de su valor en oro y plata. Estos metales no se corrompen y desaparecen como los productos de la tierra, y con oro y plata, uno siempre puede importar lo que allí falta.

3.1.16 Sin embargo, no sería rentable implantar en el país la costumbre anual de enviar al exterior grandes cantidades de su producción sin elaborar a cambio de manufacturas extranjeras. Con ello se conseguiría debilitar y disminuir el número de habitantes y la fuerza del país.

3.1.17  Pero no tengo intenciones de entrar en detalles en cuanto a las distintas ramas del comercio que deben ser alentadas por voluntad del país. Baste con decir que debería alentarse la importación de plata tanto como sea posible.

3.1.18 El aumento de la cantidad de plata en circulación en un país da grandes ventajas en el comercio exterior durante el tiempo que dura la abundancia del dinero. Entonces el país intercambia una pequeña cantidad de producto y trabajo por otra mayor. El país aumenta sus impuestos con más facilidad y no encuentra dificultad en obtener dinero en caso de necesidad pública.

3.1.19 Es cierto que el continuo aumento del dinero a la larga causará, por una excesiva abundancia, un encarecimiento de la Tierra y el Trabajo en el país. A largo plazo, los bienes y manufacturas costarán tanto que los Extranjeros cesarán de comprarlos, y se acostumbrarán a comprarlos más baratos en cualquier otro lugar, y esto imperceptiblemente causará la ruina de las obras y manufacturas del país.La abundancia del dinero causará el aumento de las rentas de los propietarios de tierras, que tomarán el hábito de la importación de muchos artículos de países extranjeros, donde se pueden obtener más baratos. Tales son las consecuencias naturales. La riqueza adquirida por un país a través del Comercio,del Trabajo y de la Economía lo hundirá gradualmente en el lujo. Países que se levantan por el comercio no dejan de hundirse después. Hay pasos que podrían ser, pero no lo son, medidas para detener ese descenso. Pero siempre es cierto que, cuando el País está en posesión de una Balanza de Comercio y dinero abundante, parece poderoso, y así es realmente mientras la abundancia continúa.

3.1.20 Deberían agregarse infinitas inducciones para justificar esas ideas sobre el Comercio Exterior y las ventajas de la abundancia de dinero. Es asombroso observar la desproporción en la circulación del dinero en Inglaterra y China. Las manufacturas de las Indias como sedas y percales pintados, muselinas, etc., a pesar de un viaje por mar de 18 meses, están a un precio muy bajo en Inglaterra, y los indios pagarían por ellos la trigésima parte de su precio si los compraran. Pero no son tan tontos como para pagar precios extravagantes, mientras el trabajo se hace mejor e infinitamente más barato en su propio país. Así que ellos nos venden sus manufacturas solo a cambio de dinero, que nosotros transportamos anualmente para aumentar su riqueza y disminuir la propia. Las manufacturas indias consumidas en Europa solo disminuyen nuestro dinero y el trabajo de nuestra propia manufactura.

3.1.21 Un americano que vende pieles de castor en Europa se queda justamente asombrado al saber que los sombreros de lana son tan útiles como los hechos de castor, y que la única diferencia está en la imaginación de los que piensan que los sombreros de castor son más ligeros y más agradables a la vista y al tacto. Sin embargo, como estas pieles de castor son pagadas por el comerciante americano con artículos de hierro, acero, etc., y no en plata, este es un comercio que no es perjudicial para Europa, especialmente ya que da para vivir a los trabajadores, y especialmente a los marineros, que son muy útiles para las necesidades del país, mientras que el comercio con los productos manufacturados de las Indias Orientales se lleva el dinero y disminuye en número de obreros en Europa.

3.1.22 Debe admitirse que el comercio con las Indias Orientales es provechoso para la República de Holanda y es la causa de la pérdida en el resto de Europa mediante la venta de especias y manufacturas a Alemania, Italia, España y el Nuevo Mundo, con lo que obtienen el retorno de su dinero y mucho más. Es incluso útil a Holanda vestir a sus mujeres y a las otras personas con Manufacturas de la India más que con telas de Inglaterra u Holanda. Es mejor para los holandeses enriquecer a los indios que a sus vecinos, quienes se aprovecharían de oprimirlos. Más aún, ellos venden a los otros pueblos de Europa las telas y las Manufacturas de sus propias materias primas que son mucho más caras que las manufacturas indias que ellos venden en su propio país.

3.1.23 Inglaterra y Francia cometerían un error si imitaran a los holandeses en este sentido. Estos reinos tienen en casa los medios para vestir a sus mujeres con sus propias materias primas, y aunque sus telas salgan más caras que las Manufacturas indias, deberían evitar que su propio pueblo usen el material extranjero. No debe permitirse ni la caída de sus propios artículos, ni volverse dependiente de los extranjeros, ni mucho menos permitir que su dinero sea llevado a tal efecto.

3.1.24 Pero así como los holandeses encuentran medios para vender los productos indios en otros países europeos, los ingleses y franceses deberían hacer lo mismo, ya sea para disminuir el poder naval de Holanda o para incrementar el propio y, por encima de todo, hacerlo sin la ayuda de Holanda en las ramas de consumo que tienen un mal hábito de hacerse necesarias en estos reinos. Es una desventaja evidente permitir que la gente vista telas indias en los reinos de Europa, los cuales deberían vestir a sus pueblos con sus propios productos.

3.1.25 Del mismo modo que es desfavorable para un país fomentar las manufacturas extranjeras, igualmente lo es animar a la navegación extranjera. Cuando un país envía al extranjero sus artículos y manufacturas, se obtiene el máximo provecho si se los envía en sus propios buques. Esto mantiene  aun gran número de marineros. Pero si se deja el transporte de las mismas a los bajeles extranjeros, ello refuerza las navieras extranjeras y debilita las propias.

3.1.26 La navegación es un punto esencial del comercio exterior. En el conjunto de Europa, los holandeses son los que construyen los navíos más baratos. Los troncos son llevados río abajo, y la proximidad del Norte les suministra mástiles, madera, resina, cuerda, etc. Sus molinos de viento para el aserrado de la madera les facilita el trabajo de la misma. También navegan con tripulaciones más reducidas y sus marineros viven a un coste menor. Uno de sus molinos de viento para el aserrado de la madera ahorra el trabajo de 80 hombres al día.

3.1.27 A causa de estas ventajas, si solo tuviéramos en cuenta su baratura, los holandeses serían los únicos transportistas marítimos en Europa. Y si tuvieran bastantes materias primas para formar un extenso comercio, sin duda tendrían el servicio marítimo más floreciente de Europa. A pesar de tener más marineros, no sería suficiente consegujir la superioridad de su poder naval sin la fuerza interior del país. Los holandeses nunca podrían armar buques de guerra ni marineros si el Estado no tuviera grandes ingresos para construir los barcos y pagar a los hombres: nunca se beneficiarían de la extensión de los mercados. Nunca armarían barcos de guerra ni a sus marineros si el Estado no tuviera garndes ingresos para construir los barcos y pagar a los hombre; los holandeses se beneficiarían de la extensión de los mercados.

3.1.28 Inglaterra, para prevenir que los holandeses aumenten su ventaja en el mar a costa suya por su baratura, han prohibido que ninguna nación lleve a Inglaterra otra mercancía que las que necesita para su propio crecimiento. De este modo, los holandeses no podrán servir a los ingleses como transportistas marítimos, y los ingleses habrán reforzado su propia marina mercante. Y a pesar de que navegan a mayor coste que los holandeses, el valor de estas cargas en el extranjero sean menos considerables.

3.1.29 Francia y España son naciones marítimas que envían ricos cargamentos al norte. No es de extrañar que su transporte marítimo sea insignificante en relación a su producción y a la extensión de sus costas, ya que dejan que los buques extranjeros se acerquen a su costa, ya que dejan que los buques extranjeros transporte todas las mercaderías que reciben del norte y transporten las suyas de vuelta a los países del norte.

3.1.30 Estas naciones, España y Francia, no toman en cuenta en su política la consideración del comercio de aquella forma en que sería ventajoso. La mayoría de los comerciantes, tanto en Francia como en España, que tienen algo que ver con el extranjero son más bien agentes o empleados de comerciantes extranjeros en vez de ser aventureros en el comercio por cuenta propia.

3.1.31 Es cierto que las naciones del norte están, por su situación y por la vecindad de países que producen todo lo necesario para producir barcos, en mejor posición para transportar cualquier cosa más barato que España y Francia. Pero si esos dos reinos tomaran medidas para reforzar su transporte marítimo, podrían hacerlo. Inglaterra es, en parte, el ejemplo de ello. Inglaterra tiene en casa y en sus colonias todo lo que necesita para la construcción de barcos, o al menos no les sería dificultoso obtenerlo, y hay infinidad de métodos que deberían ser usados para hacer que esta política tenga éxito si el parlamento o el ministro lo acordara. Mi tema no me permite, en este ensayo, examinar todos estos métodos en detalle. Me limitaré a decir que en aquellos países donde el comercio no se apoya en un número considerable de barcos y marineros, es casi imposible para el príncipe mantener una armada floreciente sin gastos, y sería capaz de arruinar las finanzas del país.

3.1.31 Voy a concluir observando que el comercio más importante para una nación, para el aumento o disminución de su poder, es el comercio exterior, ya que el comercio interior no tiene tanta importancia políticamente, y que el comercio exterior solo admite la mitad cuando no se tiene cuidado de aumentar y mantener grandes comerciantes nativos del país, barcos, marineros, obreros y fabricantes, y sobre todo, se debe tener cuidado en mantener el equilibrio contra el extranjero.

0 comentarios:

Publicar un comentario