Texto El Ensayo III - I

PARTE III


CAPÍTULO I



DEL COMERCIO EXTERIOR


3.1.1 Cuando un país intercambia una pequeña cantidad de productos de la tierra por uno más grande obtenida del comercio exterior, parece obtener ventaja; y si el dinero es más abundante allí que en el extranjero, intercambiará siempre una menor cantidad de producto de la tierra por una mayor.

3.1.2 Cuando un país intercambia su trabajo por el producto de tierras extranjeras parece tener ventaja, ya que sus habitantes se alimentan a expensas del extranjero.

3.1.3 Cuando un país intercambia sus productos conjuntamente con su trabajo por un producto mayor del extranjero con igual o mayor mano de obra, parece que otra vez obtiene ventaja.

3.1.4 Si las damas de París consumen habitualmente encaje de Bruselas por valor de 100.000 onzas de plata, un acre de tierra en Brabante, en el cual se puede obtener 150 libras de lino, que fue convertido en fino encaje de Bruselas, responderá por este valor. Para ello será necesario el trabajo anual de alrededor de 2.000 personas en Brabante para realizar las diversas partes de la tarea, desde sembrar el lino hasta la perfección final del encaje. El empresario o comerciante de encaje adelantará el capital. Él pagará directa o indirectamente a todas las hilanderas y encajeras en la proporción del trabajo de los que hacen sus herramientas. Todos los que toman parte de el trabajo, directa o indirectamente, deben su manutención al agricultor de Brabante que paga en parte la Renta del terrateniente. Si en esta economía el producto de la tierra atribuída a esas 2.000 personas corresponde a 3 acres por cabeza, tanto para el mantenimiento de sí mismos como para el de sus familias, habrán 6.000 acres de tierra en Brabante empleados para el mantenimiento de aquellos que trabajan en el encaje, a expensas de las damas de París, que pagarán y lucirán esos encajes.

3.1.5 Las damas de París pagarán en conjunto 100.000 onzas de plata, cada una pagará en proporción a lo que ha comprado. Toda esta plata debe ser enviada a Bruselas en especie, descontado el coste de envío de la remesa, y el empresario en Bruselas, con lo que se resarcirá de todos los adelantos que haya hecho y de los intereses del dinero que quizás haya tomado en préstamo, y también un beneficio que quedará en la empresa para el mantenimiento de su familia. Si el precio que las damas pagan por sus encajes no cubren todos los costos y beneficios, no habrá estímulo para la fabricación, y los empresarios cesarán de llevar tal negocio a cabo o se verán abocados a la bancarrota; pero como hemos supuesto que esta manufactura continúa, es necesario que todos los gastos sean cubiertos por los precios pagados por las damas de París, y las 100.000 onzas de plata enviadas a Bruselas, si la gente de Brabante no adquiere mercancías en Francia para compensar la deuda.

3.1.6 Pero si los habitantes de Brabante consumen  vino de Champagne anualmente por valor de las 100.000 onzas de plata, la deuda del vino responderá de la de los encajes, y la balanza comercial con respecto a estas dos ramas quedará nivelada. La compensación y circulación será efectuada a través de los agentes de comercio y los banqueros, echando una mano cada uno en su oficio.

3.1.7 Las damas de Paris pagarán 100.000 onzas a quién les vende y suministra los encajes y él se los entregará al banquero, quién les entregará una o más letras de cambio sobre su corresponsal en Bruselas. En banco remitirá el dinero al mercader de vinos en Champagne, quién tiene 100.000 onzas de plata en Bruselas y le entregará a cambio sus letras por el mismo valor que le habrá enviado su corresponsal en Bruselas. Así que las 100.000 onzas pagadas por el vino de Champagne en Bruselas se compensarán con las 100.000 onzas pagadas por los encajes de París, y de este modo, el problema de enviar a Bruselas el dinero recibido en París será evitado. Esta compensación es efectuada mediante letras de cambio, cuya naturaleza trataré de explicar en el próximo capítulo.

3.1.8 Mientras tanto,este ejemplo muestra que las 100.000 onzas que las damas de París pagaron por los encajes acabaron en manos de los mercaderes que enviaron el vino de Champagne a Bruselas. Y que las 100.000 onzas que los consumidores de Bruselas pagaron por el vino de Champagne acabaron en manos de los mercaderes de encajes.Los empresarios de ambos lados distribuirán el dinero entre aquellos cuyo trabajo emplearon, bien en los vinos o en los encajes.

3.1.9 Está claro que las damas de París apoyan y mantienen a todos aquellos que trabajan en los encajes de Brabante y hacen que el dinero circule allí; e  igualmente los consumidores de vino de Champagne en Bruselas apoyan y mantienen a los arrendatarios de viñedos y otros que participan en la producción de vino como los fabricantes de carros, los carreteros, herreros y otros que participan en el transporte, en la cría de caballos que participan en él, y además pagan el valor del vino producido en la tierra y ocasionan la circulación del dinero en Champagne.

3.1.10 Sin embargo, esta circulación o comercio en Champagne que arma tan gran revuelo, que mantiene a los arrendatarios de las viñas, a los campesinos, a los fabricantes de carros, a los herreros, a los carreteros y que paga también la Renta del propietario del viñedo así como también la del propietario de los pastos que sirven para alimentar a los caballos de tiro es, en este caso, un comercio poco rentable y oneroso para Francia en sus resultados.

3.1.11 Si un muid [un muid era una medida francesa de capacidad que variaba entre unas regiones y otras] de vino se vende en Bruselas a 60 onzas de plata y si suponemos que un acre [1 acre = 4.047 m2] de viñedo produce 4 muids deben ser enviados a Bruselas el producto de 4166½ acres de tierra correspondiente a 100.000 onzas de plata, y alrededor de 2.000 acres de pastos y tierra arable para el heno y avena consumidos por los caballos de los carros si están empleados solo en este trabajo durante todo el año. Y de este modo habrá unos 6.000 acres de tierra sustraído al mantenimiento de los franceses, y los habitantes de Brabante incrementará el producto de 6.000 acres de tierra, ya que el vino de Champagne que toman ahorran más de 4.000 acres que ellos probablemente usan para producir cerveza para beber sino se beben el vino. Sin embargo, el encaje con lo que se paga todos los costes de la gente de Brabante solo necesita un cuarto de acre de tierra dedicada al cultivo del lino. De este modo, con el producto de un acre el pueblo de Brabante paga por más de 16.000 acres a los franceses con menos cantidad de trabajo. El pueblo de Brabante obtiene un aumento de la subsistencia y solo entregan un artículo de lujo que no aporta ninguna ventaja real a Francia, ya que el encaje es usado y consumido allí y no puede ser intercambiado por algo útil. Siguiendo la regla de los valores intrínsecos, la tierra usada en Champagne para la producción de vino, el mantenimiento de los viñateros, los tinajeros, los carreteros, los herrateros de los caballos, fabricantes de carros, etc., debe ser equivalente a la tierra usada en Brabante para la producción de lino, el sustento de las hilanderas y las tejedoras de encajes, y de todos aquellos que toman parte en la manufactura de los encajes.

3.1.12 Si el dinero circula más en Brabante que en Champagne, la tierra y el trabajo será más caro allí, y consecuentemente, y por lo tanto, teniendo en cuenta la valoración de la plata en ambos lados, los franceses pierden aún más.

3.1.13   Este es un ejemplo de una rama del comercio, que refuerza a los extranjeros, disminuye el número de habitantes y sin ocasionar que el dinero em circulación lo abandone, debilita al mismo Estado. Lo he elegido para mostrar como un Estado puede ser la víctima de otro, y el método para juzgar las ventajas y desventajas del Comercio Exterior.

3.1.14 El comercio exterior puede ser útilmente regulado examinando los resultados del comercio por separado. No puede ser aprehendido por razones netamente abstractas. Examinando los casos particulares siempre se encontrará que la exportación de todos los artículos manufacturados es ventajosa para el Estado, porque en este caso el extranjero siempre paga y apoya a los trabajadores útiles para el Estado: los mejores rendimientos o pagos son los realizados en especie, y en defecto de dicho pago en especie, los productos de la tierra extranjera que requiera menos trabajo. Mediante este método de comercio, los países que tienen muy pocos productos sin elaborar, son a menudo vistos como países que mantienen a la mayoría de sus habitantes con mayor facilidad y abundancia.

3.1.15 Pero a medida que los grandes países no tienen necesidad de aumentar el número de sus habitantes, es suficiente para hacer que aquellos que en él viven de los productos sin elaborar del país, lo hagan con más comodidad y facilidad, y logren aumentar la fuerza del país para su defensa y seguridad. Para hacerlo del mismo modo mediante el comercio exterior es necesario fomentar en lo posible la exportación de bienes y manufacturas del país a cambio de algo. que bien podría ser oro y plata en especie. Si por una abundante cosecha sucede que hay un país en el que se produce mucho más de su consumo ordinario anual, sería rentable fomentar la exportación del excedente a cambio de su valor en oro y plata. Estos metales no se corrompen y desaparecen como los productos de la tierra, y con oro y plata, uno siempre puede importar lo que allí falta.

3.1.16 Sin embargo, no sería rentable implantar en el país la costumbre anual de enviar al exterior grandes cantidades de su producción sin elaborar a cambio de manufacturas extranjeras. Con ello se conseguiría debilitar y disminuir el número de habitantes y la fuerza del país.

3.1.17  Pero no tengo intenciones de entrar en detalles en cuanto a las distintas ramas del comercio que deben ser alentadas por voluntad del país. Baste con decir que debería alentarse la importación de plata tanto como sea posible.

3.1.18 El aumento de la cantidad de plata en circulación en un país da grandes ventajas en el comercio exterior durante el tiempo que dura la abundancia del dinero. Entonces el país intercambia una pequeña cantidad de producto y trabajo por otra mayor. El país aumenta sus impuestos con más facilidad y no encuentra dificultad en obtener dinero en caso de necesidad pública.

3.1.19 Es cierto que el continuo aumento del dinero a la larga causará, por una excesiva abundancia, un encarecimiento de la Tierra y el Trabajo en el país. A largo plazo, los bienes y manufacturas costarán tanto que los Extranjeros cesarán de comprarlos, y se acostumbrarán a comprarlos más baratos en cualquier otro lugar, y esto imperceptiblemente causará la ruina de las obras y manufacturas del país.La abundancia del dinero causará el aumento de las rentas de los propietarios de tierras, que tomarán el hábito de la importación de muchos artículos de países extranjeros, donde se pueden obtener más baratos. Tales son las consecuencias naturales. La riqueza adquirida por un país a través del Comercio,del Trabajo y de la Economía lo hundirá gradualmente en el lujo. Países que se levantan por el comercio no dejan de hundirse después. Hay pasos que podrían ser, pero no lo son, medidas para detener ese descenso. Pero siempre es cierto que, cuando el País está en posesión de una Balanza de Comercio y dinero abundante, parece poderoso, y así es realmente mientras la abundancia continúa.

3.1.20 Deberían agregarse infinitas inducciones para justificar esas ideas sobre el Comercio Exterior y las ventajas de la abundancia de dinero. Es asombroso observar la desproporción en la circulación del dinero en Inglaterra y China. Las manufacturas de las Indias como sedas y percales pintados, muselinas, etc., a pesar de un viaje por mar de 18 meses, están a un precio muy bajo en Inglaterra, y los indios pagarían por ellos la trigésima parte de su precio si los compraran. Pero no son tan tontos como para pagar precios extravagantes, mientras el trabajo se hace mejor e infinitamente más barato en su propio país. Así que ellos nos venden sus manufacturas solo a cambio de dinero, que nosotros transportamos anualmente para aumentar su riqueza y disminuir la propia. Las manufacturas indias consumidas en Europa solo disminuyen nuestro dinero y el trabajo de nuestra propia manufactura.

3.1.21 Un americano que vende pieles de castor en Europa se queda justamente asombrado al saber que los sombreros de lana son tan útiles como los hechos de castor, y que la única diferencia está en la imaginación de los que piensan que los sombreros de castor son más ligeros y más agradables a la vista y al tacto. Sin embargo, como estas pieles de castor son pagadas por el comerciante americano con artículos de hierro, acero, etc., y no en plata, este es un comercio que no es perjudicial para Europa, especialmente ya que da para vivir a los trabajadores, y especialmente a los marineros, que son muy útiles para las necesidades del país, mientras que el comercio con los productos manufacturados de las Indias Orientales se lleva el dinero y disminuye en número de obreros en Europa.

3.1.22 Debe admitirse que el comercio con las Indias Orientales es provechoso para la República de Holanda y es la causa de la pérdida en el resto de Europa mediante la venta de especias y manufacturas a Alemania, Italia, España y el Nuevo Mundo, con lo que obtienen el retorno de su dinero y mucho más. Es incluso útil a Holanda vestir a sus mujeres y a las otras personas con Manufacturas de la India más que con telas de Inglaterra u Holanda. Es mejor para los holandeses enriquecer a los indios que a sus vecinos, quienes se aprovecharían de oprimirlos. Más aún, ellos venden a los otros pueblos de Europa las telas y las Manufacturas de sus propias materias primas que son mucho más caras que las manufacturas indias que ellos venden en su propio país.

3.1.23 Inglaterra y Francia cometerían un error si imitaran a los holandeses en este sentido. Estos reinos tienen en casa los medios para vestir a sus mujeres con sus propias materias primas, y aunque sus telas salgan más caras que las Manufacturas indias, deberían evitar que su propio pueblo usen el material extranjero. No debe permitirse ni la caída de sus propios artículos, ni volverse dependiente de los extranjeros, ni mucho menos permitir que su dinero sea llevado a tal efecto.

3.1.24 Pero así como los holandeses encuentran medios para vender los productos indios en otros países europeos, los ingleses y franceses deberían hacer lo mismo, ya sea para disminuir el poder naval de Holanda o para incrementar el propio y, por encima de todo, hacerlo sin la ayuda de Holanda en las ramas de consumo que tienen un mal hábito de hacerse necesarias en estos reinos. Es una desventaja evidente permitir que la gente vista telas indias en los reinos de Europa, los cuales deberían vestir a sus pueblos con sus propios productos.

3.1.25 Del mismo modo que es desfavorable para un país fomentar las manufacturas extranjeras, igualmente lo es animar a la navegación extranjera. Cuando un país envía al extranjero sus artículos y manufacturas, se obtiene el máximo provecho si se los envía en sus propios buques. Esto mantiene  aun gran número de marineros. Pero si se deja el transporte de las mismas a los bajeles extranjeros, ello refuerza las navieras extranjeras y debilita las propias.

3.1.26 La navegación es un punto esencial del comercio exterior. En el conjunto de Europa, los holandeses son los que construyen los navíos más baratos. Los troncos son llevados río abajo, y la proximidad del Norte les suministra mástiles, madera, resina, cuerda, etc. Sus molinos de viento para el aserrado de la madera les facilita el trabajo de la misma. También navegan con tripulaciones más reducidas y sus marineros viven a un coste menor. Uno de sus molinos de viento para el aserrado de la madera ahorra el trabajo de 80 hombres al día.

3.1.27 A causa de estas ventajas, si solo tuviéramos en cuenta su baratura, los holandeses serían los únicos transportistas marítimos en Europa. Y si tuvieran bastantes materias primas para formar un extenso comercio, sin duda tendrían el servicio marítimo más floreciente de Europa. A pesar de tener más marineros, no sería suficiente consegujir la superioridad de su poder naval sin la fuerza interior del país. Los holandeses nunca podrían armar buques de guerra ni marineros si el Estado no tuviera grandes ingresos para construir los barcos y pagar a los hombres: nunca se beneficiarían de la extensión de los mercados. Nunca armarían barcos de guerra ni a sus marineros si el Estado no tuviera garndes ingresos para construir los barcos y pagar a los hombre; los holandeses se beneficiarían de la extensión de los mercados.

3.1.28 Inglaterra, para prevenir que los holandeses aumenten su ventaja en el mar a costa suya por su baratura, han prohibido que ninguna nación lleve a Inglaterra otra mercancía que las que necesita para su propio crecimiento. De este modo, los holandeses no podrán servir a los ingleses como transportistas marítimos, y los ingleses habrán reforzado su propia marina mercante. Y a pesar de que navegan a mayor coste que los holandeses, el valor de estas cargas en el extranjero sean menos considerables.

3.1.29 Francia y España son naciones marítimas que envían ricos cargamentos al norte. No es de extrañar que su transporte marítimo sea insignificante en relación a su producción y a la extensión de sus costas, ya que dejan que los buques extranjeros se acerquen a su costa, ya que dejan que los buques extranjeros transporte todas las mercaderías que reciben del norte y transporten las suyas de vuelta a los países del norte.

3.1.30 Estas naciones, España y Francia, no toman en cuenta en su política la consideración del comercio de aquella forma en que sería ventajoso. La mayoría de los comerciantes, tanto en Francia como en España, que tienen algo que ver con el extranjero son más bien agentes o empleados de comerciantes extranjeros en vez de ser aventureros en el comercio por cuenta propia.

3.1.31 Es cierto que las naciones del norte están, por su situación y por la vecindad de países que producen todo lo necesario para producir barcos, en mejor posición para transportar cualquier cosa más barato que España y Francia. Pero si esos dos reinos tomaran medidas para reforzar su transporte marítimo, podrían hacerlo. Inglaterra es, en parte, el ejemplo de ello. Inglaterra tiene en casa y en sus colonias todo lo que necesita para la construcción de barcos, o al menos no les sería dificultoso obtenerlo, y hay infinidad de métodos que deberían ser usados para hacer que esta política tenga éxito si el parlamento o el ministro lo acordara. Mi tema no me permite, en este ensayo, examinar todos estos métodos en detalle. Me limitaré a decir que en aquellos países donde el comercio no se apoya en un número considerable de barcos y marineros, es casi imposible para el príncipe mantener una armada floreciente sin gastos, y sería capaz de arruinar las finanzas del país.

3.1.31 Voy a concluir observando que el comercio más importante para una nación, para el aumento o disminución de su poder, es el comercio exterior, ya que el comercio interior no tiene tanta importancia políticamente, y que el comercio exterior solo admite la mitad cuando no se tiene cuidado de aumentar y mantener grandes comerciantes nativos del país, barcos, marineros, obreros y fabricantes, y sobre todo, se debe tener cuidado en mantener el equilibrio contra el extranjero.

Texto El Ensayo II - X

PARTE II

CAPÍTULO X

Sobre las causas del incremento y disminución del interés del dinero en un país.




2.10.1 Es una idea común en todos los que han escrito sobre el comercio, que el incremento de la cantidad de circulante en un país reduce en el mismo el precio del interés, porque cuando el dinero es abundante es más fácil conseguir algo en préstamo. Esta idea no es siempre verdadera o exacta. Para probar esto es necesario recordar que en 1720, casi todo el dinero de Inglaterra fue traido a Londres y más allá del incremento del número de billetes, se aceleró extraordinariamente la circulación del dinero. Con todo esta abundancia de dinero y de moneda, en vez de bajar el tipo de interés corriente, que estaba antes en el 5 por ciento y aún menos, esto sólo sirvió para aumentar la tasa que se aumentó hasta el 50 y 60 por ciento. Es fácil explicar este aumento de las tasas de interés por los principios y las causas del interés establecidas en el capítulo anterior. La razón es que todo el mundo se había convertido en un inversor en la empresa de South Sea [Los Mares del Sur] y quería pedir prestado dinero para comprar acciones, esperando obtener un inmenso beneficio, con lo que le sería fácil pagar esta alta tasa de interés [Este párrafo se refiere, sin nombrarlo, al episodio de especulación en París y toda Francia con las acciones de la Mississippi Company en 1720, que terminó con el colapso del Banque Generale y la subsiguiente devaluación de las acciones de la Compañía del Mississippi. Las acciones de la compañía subieron desde 500 a 18 mil libras en pocos meses, y cuando los inversores quisieron recoger los beneficios para pagar sus préstamos, las acciones llegaron a valer nada. Al mismo tiempo, en Inglaterra, se produjo un proceso similar de especulación, que infló el valor de las acciones de la South Sea Company desde £128 libras en enero de 1720 hasta £550 a finales de marzo].

2.10.2 Si la abundancia del dinero proviene de las manos de los prestamistas, sin duda esto reducirá la tasa de interés actual aumentando el número de los prestamistas: pero si se trata de la acción de derrochadores, tendrá el efecto contrario y aumentará la tasa de interés mediante el aumento del número de empresarios que encontrarán uso a ese incremento del gasto y necesitarán pedir prestado dinero para equipar sus negocios.

2.10.3 Bien haya abundancia o escasez de dinero en un país, siempre se aumentan o disminuyen los precios de todas las cosas sin tener necesariamente conexión alguna con la tasa de interés, que muy bien puede ser alta en los países donde hay abundancia de dinero y baja donde el dinero es escaso; alta donde todo es caro y baja donde todo es barato; alta en Londres, baja en Génova.

2.10.4 La tasa de interés sube o baja cada día por los meros rumores que tienden a disminuir o aumentar la seguridad de los prestamistas, sin que a cambio los precios de las cosas se vean efectados por el interés.

2.10.5 La causa más habitual de la alta tasa de interés en un país es el gran gasto de los nobles y terrateniente u otra gente rica. Empresarios y artesanos acostumbran a suministrar a las grandes casas en todas las ramas de gasto. Estos empresarios están siempre en la necesidad de pedir prestado para suministar a la nobleza: y cuando esta consume sus ingresos por adelantado y pide prestado dinero, contribuyen a aumentar la tasa de interés.

2.10.6 Al contrario, cuando la nobleza del País vive oeconomically [figura así en la traducción inglesa que he usado] y compra de primera mano en la medida en que puede, obtienen a través de sus sirvientes muchas cosas sin pasar por las manos de los comerciantes. disminuyen los beneficios y el número de empresarios en el país, y por lo tanto, de los préstatarios, así como el tipo de interés, porque la clase de los empresarios viven en la medida de lo que pueden de su capital, y piden prestado tan poco como pueden, y se contentan con pequeños beneficios para aquellos que no tienen capital se previenen de embarcarse en las empresas con dinero prestado. Tal es la posición de las Repúblicas de Génova y Holanda, donde los interreses son del 2 por ciento o incluso menos, mientras que en Alemania, Polonia, Francia, España, Inglaterra y otros países, la facilidad y los gastos de los nobles y terratenientes, mantienen a los empresarios y grandes artesanos del país acostumbrados a los grandes beneficios que les permite pagar una alta tasa de interés, que aún es mayor cuando se importa todo del extranjero, lo que supone más riesgo.

2.10.7 Cuando el príncipe o el Estado incurren en grandes gastos, como cuando hacen la guerra, la tasa de interés crece por dos razones: la primera es que multiplica el número de empresarios, por las muchas y nuevas tareas que la guerra proporciona, y así aumentan los préstamos. La segunda es el mayor riesgo que la guerra implica.

2.10.8 Al contrario, cuando la guerra ha terminado, el riesgo disminuye, el número de empresarios se reduce y los contratistas de la guerra disminuyen sus gastos y se convierten en prestamistas y prestan el dinero que ha ganado. Si ahora el príncipe o el Estado se ofrecen para pagar parte de la deuda, la tasa de interés se reducirá considerablemente, y si una parte de la deuda puede ser pagada sin pedir prestado a alguien más, esto proporcionará un resultado más seguro, porque los reembolsos aumentarán el numero de prestamistas en la clase más alta de interés, que afectará a todas las otras clases.

2.10.9 Cuando la abundancia del dinero en el país se debe a un equilibrio continuo en el comercio, este dinero pasa primero por las manos de los empresarios, y aunque aumenta el consumo, no deja de bajar la tasa de interés, porque entonces la mayoría de los empresarios adquieren el suficiente capital propio para llevar su negocio sin dinero, e incluso para convertirse en prestamistas con las sumas de dinero que han ganado más allá de las necesarias para llevar a cabo su negocio. Si no hay en el país un gran número de nobles y gente rica que gastan mucho, la abundacia de dinero reduce sin duda la tasa de interés mientras a cambio incrementa los precios de los bienes y mercancías. Esto es lo que suele ocurrir en las Repúblicas que ni tienen mucho capital ni una considerable propiedad territorial y se enriquece solo por el comercio exterior. Pero en los países que tienen un gran capital y grandes terratenientes, el dinero aportado por el comercio exterior aumenta sus Rentas y les permite incurrir en gastos importantes que mantienen a varios empresarios y artesanos además de aquellos que comercian con el extranjero. Esto siempre mantiene el interés a una tasa elevada a pesar de la abundancia de dinero.

2.10.10 Cuando la nobleza y los terratenientes se arruinan por sus extravagancias, los prestamistas que tienen hipotecas sus tierras a menudo adquieren la absoluta propiedad de las mismas, y bien puede ocurrir que en el país los acreedores sean acreedores por mucho más dinero del que circula en el mismo, en cuyo caso uno puede considerarlos como propietarios subalternos de la tierra y de los bienes hipotecados por su seguridad. En caso contrario su capital se perderá por las tierras.

2.10.11 Del mismo modo se puede considerar a los propietarios de las obligaciones y fondos públicos como propietarios subalternos de los ingresos del Estado asignados al pago de sus intereses. Pero si la asamblea legislativa se ve obligada por las necesidades del Estado a emplear estos ingresos para otros propósitos, los propietarios de las obligaciones de los fondos públicos lo perderían todo, sin que la circulación de dinero en el país sea disminuida sin que se hata perdido un sólo liard [antigua moneda europea de bajo valor común a varios países europeos].

2.10.12 Si el príncipe o administrador del Estado desea regular por ley la tasa de interés, esta debe fijarse, más o menos, sobre la base de la tasa corriente del país de su nivel más alto. De lo contrario la ley será inutil, porque las partes contratantes, obediente a la fuerza de la competencia o el precio actual establecido por la proporción entre prestamistas y prestatarios, harán negocios secretos y esta limitación legal solo pondrá en aprietos al comercio y aumentará la tasa de interés en lugar de resolverla. Los romanos de la antigüedad, después de varias leyes restrictivas del interés pasaron a una prohibición total del préstamo de dinero. Esta ley no tuvo más éxito que las anteriores. La ley de Justiniano para restringir a los patricios la toma de préstamos a más del 4% de interés, los del siguiente órden inferior al 6% y los comerciantes al 8% fue igualmente sorprendente e injusta, si bien no estaba prohibido conseguir un 50% o un 100% de beneficio en toda clase de negocios.

2.10.13 Si es admisible y respetable para un terrateniente alquilar su granja a un pobre granjero cobrando una renta alta, arriesgando solamente el importe de la renta de un solo año, parece que debería permitirse a un prestamista prestar su dinero a un prestatario necesitado, con el riesgo no tan sólo de perder su interés, sino también su capital, y que ambos estipulen un interés tan alto como el prestatario libremente consienta en pagar. Es verdad que este tipo de préstamos hacen a mucha gente desgraciada. Al arriesgar tanto el capital como los intereses es más problemático recuperar ambos que no en el caso del granjero, que no se puede llevar la tierra consigo. Aunque las leyes sobre las quiebras son favorables a los deudores al permitirles empezar de nuevo, parece que las leyes sobre la usura deberían ajustarse siempre a las tasa de mercado, como en Holanda.

2.10.14 La tasa actual del interés en un país parece servir como base y medida del precio de compra de la tierra. Si el interése actual es del 5% o una veinteava parte, el precio de la tierra debe ser lo mismo. Pero como la propiedad de la tierra da una cierta posición y jurisdicción en el estado, sucede que cuando el interés es una vigésima parte, el precio de la tierra es 1/24 o 1/25, aunque las hipotecas sobre la misma tierra apenas pasen de la tasa actual de interés.

2.10.15 Después de todo, el precio de la tierra, al igual que los otros precios, como es natural, se determina por la proporción entre compradores y vendedores, etc.; pero como habrán muchos más compradores en Londres que en las provincias, y como esos compradores que viven en la capital preferirán comprar tierra en su localidad más que en provincias distantes, más bien comprarán tierra en su vecindad a 1/30 o 1/35 que tierra a bastante distancia a 1/25 o 1/22. Hay a menudo otras razones que afecten el precio de la tierra, pero no es necesario mencionarlas aquí ya que no invalida nuestra explicación sobre la naturaleza del interés.


CAPÍTULO X

Texto El Ensayo II - IX

PARTE II

CAPÍTULO IX

Sobre el interés del dinero y sus causas.


2.9.1 Así como los precios de las cosas se fijan en las disputas del mercado por la cantidad de cosas ofrecidas a la venta en proporción a la cantidad de dinero ofrecida por ellas, o, lo que viene a ser lo mismo, por el número proporcional de vendedores y compradores, del mismo modo se establece el interés del dinero según el número proporcional de prestamistas y prestatarios.

2.9.2 Aunque el dinero es una garantía en el intercambio, no se multiplica por si mismo o engendra un interés en la circulación misma. Las necesidades del hombre parecen haber introducido el interés. Un hombre que presta su dinero bajo una buena garantía o una hipoteca corre al menos el riesgo de la mala voluntad del prestatario, o de los gastos, demandas o pérdidas. Pero cuando se presta sin seguridad, se corre el riesgo de perderlo todo. Por esta razón, en un principio, los hombres necesitados han debido tentar a los prestamistas bajo el cebo de un beneficio. Y este beneficio ha debido ser proporcional a las necesidades de los prestatarios y al miedo y a la codicia de los prestamistas. Este me parece es el origen del interés. Pero el uso constante en los países parece basado en los beneficios que los empresarios pueden obtener de su dinero.


2.9.3 La tierra produce naturalmente, con la ayuda del trabajo humano, 4, 10, 20, 50, 100, 150 veces la cantidad de grano sembrada en ella, de acuerdo a la fertilidad del suelo y a la industria de sus habitantes. Esta dos cosas multiplican la fruta y el ganado. El granjero que lleva a cabo el trabajo obtiene dos tercios de lo producido, con un tercio paga sus gastos y mantenimiento, el otro se queda de beneficio en la empresa.

2.9.4 Si el agricultor cuenta con capital suficiente como para llevar a cabo su empresa, si posee las herramientas e instrumentos necesarios, caballos para arar, ganado para pagar la tierra, etc., tomará para si mismo después de pagar el arriendo un tercio de lo producido por su granja. Pero si un trabajador competente que vive día a día de su salario y no tiene capital encuentra a alguien deseoso de prestarle su tierra o su dinero para que compre una, podrá darle al prestamista todo el tercio de la Renta o todo el tercio del producto de la granja de la que él se habrá convertido en granjero o empresario. Sin embargo el pensará que su posición mejoró desde que logre su mantenimineto del segundo ingreso y se convertirá en amo en lugar de trabajador. Si ahorra mucho y logra pequeños pellizcos de sus necesidades gradualmente puede acumular un pequeño capital, y necesitará cada año pedir prestado menos y por fin logrará conseguir todo el tercio de la renta.

2.9.5 Si este nuevo empresario encuentra medios para comprar granos o ganado a crédito para ser pagados en una fecha lo bastante larga para que él pueda hacer dinero con la venta de los productos de su granja, con mucho gusto pagará un precio superior al de mercado por sus compras. Los resultados serán los mismos si él pide prestado dinero en efectivo para comprar cereales a cambio de dinero contante y sonante, y pagará como interés la diferencia resultante entre el precio al contado y el precio a pagar en una fecha posterior. Pero tanto si pide prestado dinero o mercaderías a crédito, debe quedarle bastante para mantenerse o se verá en la bancarrota. El riesgo de que esto suceda es la razón por la que será requerido para pagar el 20 o el 30 por ciento por el beneficio o interés por la cantidad de dinero o por el valor de las mercancías que le han sido prestadas.

2.9.6 Una vez más, un maestro sombrerero que tiene capital para llevar adelante su manufactura de sombreros, bien sea para alquilar un inmueble, comprar castores, lana, tinturas, etc., o para pagar la subsistencia de sus trabajadores semanalmente, debe no sólo conseguir mantenerse del negocio, sino además obtener un beneficio similar al del granjero que se reserva la tercera parte para él mismo. Este mantenimiento y el beneficio debe provenir de la venta de sus sombreros, cuyos precios no sólo deben cubrir sus materiales, sino además el mantenimiento del sombrerero y sus trabajadores y además el beneficio en cuestión.

2.9.7 Pero un capacitado sombrerero ambulante sin capital puede emprender la misma manufactura pidiendo prestado dinero o materiales y dejando el beneficio para cualquiera que desee prestarle dinero o el castor, lana etc., al cual él pagará sólo después de haber vendido sus sombreros. Y cuando el prestamista requiere que le sea devuelto su capital, o el mercader de las lanas y otros prestamistas no le conceden más crédito, debe abandonar su negocio, en cuyo caso preferiría ir a la quiebra. Pero si es prudente e industrioso será capaz de demostrar a sus acreedores que, o bien tiene dinero en caja o sombreros por valor más o menos del importe que le fue prestado y ellos probablemente elijan continuar dándole crédito y estarán satisfechos hasta el momento con su interés o beneficio. De este modo podrá continuar su negocio y quizás gradualemente ahorrar algo de capital economizando de sus gastos. Con la ayuda de sus pequeños ahorros, cada año pedirá menos prestado y cuando haya recogido un capital suficiente para llevar su negocio, que será siempre proporcional a sus ventas, el beneficio quedará en su totalidad para él y se enriquecerá si no aumenta sus gastos.

2.9.8 Observemos que el mantenimiento de dicho fabricante es pequeño en comparación con las cantidades en que se endeuda en su actividad comercial o los materiales que se le dan de fiado, y por lo tanto, los prestamistas no corren el riesgo si es responsable y trabajador: pero es posible que si no lo es, los prestamistas le exigan siempre un beneficio o interés de un 20 o un 30 por ciento del importe de su préstamo. Incluso entonces sólo los que tienen una buena opinión de él confiarán en su persona. Las mismas deducciones podemos hacer respecto a los Maestros, Artesanos, Productores y otros empresarios cuyos emprendimientos necesitan un capital que excede considerablemente el valor de sus ingresos anuales.

2.9.9 Pero si un aguatero de París se establece como empresario de su propio trabajo, todo el capital que necesita es el importe de dos baldes que puede comprar por una onza de plata y entonces todas sus ganancias son beneficios. Si en este trabajo gana 50 libras de plata al año, el importe de su capital o préstamo será tal que su beneficio será de 1 a 50. Es decir, ganará un 5.000 por ciento, mientras que el sombrerero ganará sólo un 50% y tendrá que pagar un 20 o un 30 por ciento al prestamista.

2.9.10 No obstante, un prestamista preferirá prestar mil libras de plata a un fabricante de sombreros a un 20 por ciento de interés que no las mil libras a mil aguateros a un 500 por ciento de interés. Los aguateros no sólo se gastarán en su mantenimiento el dinero que ellos ganan en su labor diaria sino tambien todo lo que les sea prestado. Esos capitales son demasiados pequeños para lo que ellos necesitan para su mantenimiento: ya sea mucho o poco, pueden gastar todo lo que ganan. Por lo tanto, es apenas posible que estos empresarios lleguen a obtener beneficios. Bien podría ser que las ganancias de un aguatero fuesen de un 5.000% del valor de los baldes que le sirven como capital, incluso trabajando duro, si gana 100 onzas de plata al año, el 10 mil por cien. Pero es tan posible que gaste en su mantenimiento 100 onzas
como 50. Solamente conociendo lo que gasta en su mantenimiento podemos saber que cuanto obtiene de beneficio neto.

2.9.11 La subsistencia y el mantenimiento de los empresarios debe ser deducido antes de llegar al beneficio. Lo hemos hecho así en el ejemplo del granjero y el sombrerero, pero dificilmente puede ser determinado en el caso de los pequeños empresarios, que son mayoritariamente insolventes cuando están endeudados.

2.9.12 Es costumbre de los fabricantes de cervezas prestar unos pocos barriles a los encargados de las cervecerías, y cuando estos pagan por los primeros barriles, seguir prestándoles más. Si estas tabernas hacen un buen negocios a los fabricantes, a veces hacen una ganancia del 500% al año. Y he oído decir que los grandes cerveceros se vuelven más ricos aún cuando no más de la mitad de las tabernas cierran por quiebra en el transcurso de un año.

2.9.13 Todos los comerciantes al por mayor tienen el hábito de prestar mercancía o producto a los minoristas, y adecuar la tasa de su beneficio o interés al riego asumido. Este riesgo es siempre alto, debido a la gran proporción de prestatarios que incumplen el pago del crédito. Por si el prestatario o detallista no tiene una rotación alta en el pequeño negocio, rápidamente se irá a la ruina y gastará todo el dinero que a tomado en préstamo en su propia subsistencia, por lo tanto se verá abocado a la quiebra.

2.9.14 Las pescateras que compran pescado en Billingate (Londres) para revenderlo en otros barrios de la ciudad, generalmente pagan bajo contrato concertado por un escribano experto, un chelín por guinea de interés semanal [la guinea valía en el Reino Unido( hasta 1971) 21 chelines], lo que sube a un 260 por ciento anual. Las mujeres del mercado en París, cuyo negocio es más pequeño, pagan 5 soles por el interés semanal de un écu de 3 libras, lo que pasa del 430% anual. Y aún a pesar de esto, hay muy pocos prestamistas que hacen una fortuna por semejantes intereses enormes.

2.9.15 Estas altas tasas de interés no sólo están permitidas sino que además son convenientes y necesarias en un Estado. Los que compran pescado en las calles pagan esas altas tasas de interés en el precio incrementado. Les conviene y no los sienten. De igual manera un artesano que toma una pinta de cerveza y que paga por ella un precio que le permite al cervecero obtener un 500 por ciento de beneficio, está satisfecho por ello y no siente la pérdida en un adquisición tan pequeña.

2.9.16 Los casuistas [autores que exponen casos de la teología moral], que parecen personas poco aptas para juzgar la naturaleza del interés y los asuntos del comercio, han inventado un término, damnum emergens [daño emergente], con cuya ayuda dan consentimiento a estas altas tasas de interés; y más que contravenir la costumbre y la conveniencia de la sociedad, están de acuerdo y permiten que presten a una tasa tan alta cuando el riesgo es grande; y esto sin límite, porque sería difícil ponerlo desde el momento que el negocio depende en realidad de los temores del prestatario y de las necesidades de los prestamistas.

2.9.17 Los comerciantes marítimos son elogiados cuando pueden hacer un beneficio de sus aventuras, aunque sea del 10 mil por ciento. Y cualquiera que sean los beneficios que dichos comerciantes puedan hacer o estipular por la venta o crédito a largo plazo a los detallistas, nunca he escuchado que los casuistas hagan de ello un crimen. Los casuistas son, o parecen ser, un poco más escrupulosos sobre los prestamos en dinero contante y sonante, aunque es esencialemnte la misma cosa. Sin embargo, toleran los prestamos por una distición, lucrum cessans, lucro cesante, que han inventado.Entiendo que esto significa que un hombre que ha estado acostumbrado a poner su dinero a un 500% en su oficio podrá pedir este beneficio cuando le presta a otro . Nada hay más divertido que la multitud de leyes y cánones hechos en todas las épocas con el tema del Interés del Dinero por sabihondos que apenas conocían el comercio y que nunca tenían efecto.

2.9.18 Según parece y a partir de estos ejemplos e inducciones hay en un país muchas clases y canales de interés y beneficio, que en las más bajas clases, el interés siempre es alto en proporción al mayor riesgo, y que este disminuye subiendo de clase en clase hasta la más alta la cual está formada por mercaderes que son ricos y de reputada solvencia. El interés demandada en esta clase es llamado el interés corriente en el país y difiere poco del interés de la hipoteca de la tierra. La cuenta de un comerciante sólido y solvente es mucho más apreciada, al menos durante algún tiempo, casi como una hipoteca sobre la tierra, porque la posibilidad de una demanda o una disputa sobre esta última constituye la posibilidad de la quiebra del comerciante.

2.9.19 Si no hubiera en un país empresarios que puedan hacer un beneficio con el dinero o con los bienes que toman a préstamo, el uso del interés sería probablemente menos frecuente de lo que es en realidad.Sólo las personas y extravagantes contratarían préstamos. Pero acostumbrado todo el mundo a hacer uso de los empresarios, hay una constante fuente para préstamos y, por consiguiente, del interés. Hay empresarios que cultivan la tierra y suministran pan, carne, vestidos, etc., a los habitantes de la ciudad. Aquellos que trabajan por un salario para estos empresarios tratan de emularles y establecerse como empresarios. El número de empresarios es mucho mayor entre los chinos, y como todos ellos tienen una inteligencia viva, una genialidad para la empresa y una gran preserverancia para llevarla a cabo, hay entre ellos muchos empresarios, tantos como entre nosotros hay personas que cobran un salario fijo. Ellos les suministran a sus trabajadores las comidas, incluso en los campos. Tal vez sea esa pequeña multitud de pequeños empresarios y otros quienes, de clase en clase, encontrando los medios para ganar una buena cantidad liderando el aumento del consumo sin que este sea sentidp por los consumidores, mantienen alta la tasa de interés en las clases más elevadas hasta el 30 por ciento, mientras que en nuestra Europa dificílmente supera el 5 por ciento. En Atenas, en los tiempos de Solón, el interés era del 18 por ciento. En la República Romana normalmente era del 12 por ciento. Pero es bien sabido que era del 48, 20, 8, 6, y el más bajo, el 4%. Nunca fue tan bajo en el mercado libre como hacia finales de la República y bajo Augusto después de la conquista de Egipto. Los emperadores Antonino y Alejandro Severo redijeron el interés a tan solo el 4% prestando dinero público en el mercado público.


CAPÍTULO X

Texto El Ensayo II - VIII

PARTE II

CAPÍTULO VIII

Reflexiones posteriores sobre el mismo tema.


2.8.1 Hemos visto que la cantidad de dinero que circula en un estado puede ser aumentada
mediante el trabajo de las minas que en él se hayan, por los subsidios de poderes extranjeros, por la inmigración de familias extranjeras, por la residencia de embajadores y viajeros, pero sobre todo por la balanza positiva de comercio al suministrarles mercancías a los extranjeros y obtener de ellos al menos una parte del importe en oro y plata. es por este medio que un país crece más, especialmente cuando el comercio es acompañado y apoyado por una amplia navegación y por una considerable producción de materias primas en el país que ofrecen el material necesario para la producción de productos y mercancías que se enviarán posteriormente al extranjero.

2.8.2 Como sin embargo, la continuación del comercio introduce una gran cantidad de dinero y poco a poco aumenta el consumo, y para enfrentarlo, deben ser traídos al país más productos extranjeros y parte de la balanza anual se va en pagar dichas mercancías. De otro lado, el hábito de gastar más aumenta el empleo de los trabajadores y el precio de las mercancías manufacturadas. Sin duda, algunos países extranjeros tratan de establecer por si mismos los mismos tipos de manufacturas y dejar de comprar las mismas en el país en cuestión; y aunque estos nuevos establecimientos de artesanías y manufacturas no serán al principio perfectos, disminuyen e incluso impiden las exportaciónes del país vecino a su propio país donde pueden ser más baratos.

2.8.3 Asi es que el país pierde algunas ramas de su lucrativo comercio: y muchos de sus obreros y artesanos, al ver disminuir el trabajo, abandonan el país para encontrar trabajo en los países que tienen esas nuevas manufacturas. A pesar de esta disminución del saldo comercial, la costumbre de importar productos continuará. Los artículos y manufacturas del país que tenga una gran reputación y facilidades de navegación que les permitan enviarlos a un coste pequeño a países distantes mantendrá durante muchos años las ventajas sobre las fábricas nuevas de las que hemos hablado y todavía mantendrán una pequeña balanza comercial. Sin embargo, si otros países marítimos intentan mejorar los mismos artículos, y al mismo tiempo, su navegación, y debido a lo barato de los precios de sus manufacturas, al mismo tiempo le saca varias ramas del comercio del país en cuestión. En consecuencia, este país empieza a perder su balanza comercial y se verán obligados a enviar una parte de su dinero al extranjero para pagar por sus importaciones.

2.8.4 Además, incluso si el país en cuestión es capaz de mantener una balanza comercial positiva a pesar de su mayor abundancia de dinero, es razonable suponer que esta abundancia no llegará sin que muchos individuos ricos se sumerjan en el lujo. Comprarán cuadros, piedras preciosas, sedas y objetos raros en el extranjero, estableciendo con ello un ejemplo de lujo en el país que, a pesar de la ventaja en el comercio ordinario, su dinero saldrá al extranjero cada año para pagar su lujo. Esto gradualmente empobrecerá al país y será la causa de pasar de un estado de gran poder a otro de gran debilidad.

2.8.5 Cuando un país ha llegado al punto más alto de su riqueza (asumo siempre que la riqueza comparativa de los países consiste principalmente en las respectivas cantidades de dinero que poseen) caerá inevitablemente en la pobreza por el devernir ordinario de las cosas. La abundancia excesiva de dinero, que hasta el presente forma parte del poder de los países, les arroja imperceptible pero naturalmente, a la pobreza. Así parecería que, cuando un estado se expande por el comercio y la abundancia de dinero eleva los precios de la tierra y el trabajo, el príncipe o el legislador debern retirar dinero de la circulación, guardarlo para emergencias y tratar de retardar su circulación por todos los medios excepto la coacción o la mala fe, con el fin de evitar la excesiva carestía de la vida de sus artículos y prevernir los inconvenientes del lujo.

2.8.6 Pero como no es fácil prevenir el momento oportuno para ello, ni saber cuando el dinero se ha vuelto más abundante de lo que debería ser para el bien y la preservación de las ventajas del país, el prícipe y los jefes de las repúblicas, que no se preocupan mucho de este tipo de conocimientos, se unen sólo para hacer uso de las facilidades que encuentran a través de la abundancia de los ingresos del Estado, para ampliar su poder e insultar a otros países con los pretextos más frívolos. Y considerando todas las cosas, quizás los gobernantes no hagan tan mal trabajando para perpetuar la gloria de sus reinos y administraciones, y dejar monumentos a su poder y su riqueza; ya que, según el curso natural de la humanidad, el país debe colapsar por si mismo, no hacen sino acelerar su caída un poco. Sin embargo, parece que ellos deben esforzarse por hacer que su poder dure todo el tiempo de su propia administración.

2.8.7 No se necesitan muchos años para aumentar la abundancia al punto más alto de un país, pero todavía se necesitan menos para llevarlo a la pobreza por la falta de comercio y amnufacturas. Por no hablar del poder y la caída de la República de Venecia, las ciudades hanseáticas, Flandes y Brabante, la República de Holanda, etc., que han tenido éxito en cada una de las ramas del comercio rentables; uno podría decir que el poder de Francia se ha visto incrementado sólo desde 1646 (cuando las manufacturas de telas se han establecido alli, que hasta entonces tenían ropas) hasta 1684, cuando un número de empresarios y artesanos fueron expulsados del país, y que ese reino no ha hecho más que retroceder desde la última fecha.

2.8.8 A juzgar por la abundancia y la escasez de dinero en circulación, no conozco mejor medida que los contratos de arendamiento y los alquileres de los propietarios. Cuando las tierras se alquilan a rentas muy altas, esto es una señal de la abundancia de dinero en el país. Pero cuando la tierra se debe alquilar a precios mucho más bajos, esto muestra, en igualdad de condiciones, que el dinero es escaso. He leído en un État de la France que un acre de viñedo que fue alquilado en 1660 cerca de Nantes, y por lo tanto no muy lejos de la capital de Francia, por 200 libras turnoise en peso, fue alquilado en 1700 por sólo 100 libras turnoise de dinero amonedado, a pesar de que la plata traída desde las Indias Occidentales en dicho intervalo de tiempo normalmente debería haber elevado el precio de la tierra en Europa.

2.8.9 El autor [del État] atribuye esta caída de la Renta a una baja en el consumo. Y parece que él había observado una caída en el consumo de vino. Pero pienso que confundió el efecto con la causa. La causa fue una mayor escasez del dinero en Francia, y el efecto de esto fue una caída en el consumo de vino. Al contrario, en este Ensayo, siempre he sugerido que la abundancia del dinero aumenta naturalmente el consumo y contribuye, por encima de todo, al cultivo de la tierra. Cuando el dinero es abundante, se plantea producir a precios respetables, los habitantes se apresuran a trabajar para adquirirlo; pero ellos no tienen la misma prisa para adquirir productos y mercancías más allá de lo necesario para su mantenimiento.

2.8.10 Es evidente que todos los países que tienen más dinero en circulación que sus vecinos tiene una ventaja mientras mantenga la abundancia de dinero.

2.8.11 En primer lugar, en todas las ramas del comercio, la abundancia del dinero da menos tierra y trabajo de la que recibe: el precio de la tierra y el dinero, valorado en dinero, es superior en el país donde el dinero es más abundante. Así, el país en cuestión recibe el producto de 2 acres a cambio del producto de un acre, y el trabajo de dos hombres por el de uno sólo. Es debido a esta abundancia de dinero que el trabajo de una bordadora inglesa cuesta más que el de 10 bordadoras chinas, pese a que las bordadoras chinas trabajan más y mejor que las inglesas. En Europa uno se asombra como estos indios, trabajar tan barato, y como los productos tan admirables que nos envían cuestan tan poco.

2.8.12 En segundo lugar, donde el dinero abunda, los ingresos del Estado pueden aumentarse con mucha más facilidad y comparativa en una cantidad mucho mayor. Esto le da al país, en caso de guerra y conflicto, los medios de obtener toda clase de ventajas frente a sus adversarios donde el dinero es más escaso.

2.8.13 Si de dos príncipes que guerrean por el dominio o la conquista de un país, uno tiene mucho más dinero que el otro, pero este último tiene propiedades que valen mucho más que el dinero del primero, el primero podrá conseguir más del doble de generales y oficiales, pagándoles con su dinero, que el primero con sus tierras y propiedades. Los dones de la tierra son caducos y objetos de desafío y no se puede confiar en ellos tanto como en el dinero. Con dinero se compra municiones y alimentos incluso de los enemigos del país. El dinero se entrega para el servicio secreto sin testigos. Las tierras, productos y mercancías no sirven para estos propósitos. Después de todo, me parece que el poder y la riqueza comparativos, en igualdad de condiciones, es la mayor o menor abundancia de dinero que circula en ellos hic et nunc.

2.8.14 Quedan por mencionar otros dos métodos de aumentar la cantidad de dinero en circulación activa en el país. La primera es cuando empresarios y personas individuales toman dinero en préstamo a interés de sus corresponsales extranjeros, o individuos extranjeros envían su dinero al país para comprar allí acciones o valores del Gobierno. A menudo, esto equivale a sumas muy considerables sobre los que el país deberá pagar un interés anual a esos extranjeros. Estos métodos de aumentar el dinero en el país lo hace más abundante allí y disminuye la tasa de interés. Por medio de este dinero, los empresarios en el país encuentran facilidades para pedir préstamos más baratos para establecer manufacturas y contratar trabajadores con la esperanza de obtener ganancias. Los artesanos y todos aquellos por cuyas manos pasa el dinero, consumen más de lo que habrían consumido si ellos no hubieran estado empleados por mediación de ese dinero, el cual, como consecuencia, aumenta los precios como si este hubiera pertenecido al Estado, y aumentan los ingresos públicos debido al aumento del consumo o de los gastos y al consiguiente aumento de los impuestos sobre el consumo. Las sumas prestadas al Estado de esta forma trae consigo muchas ventajas en el presente, pero al final la situación se vuelve onerosa y perjudicial. El país debe pagar intereses a los extranjeros cada año, y además de esto, se encuentra a merced de los extranjeros, quienes siempre pueden ponerlo en dificultades cuando retiren su capital. Sin duda llegará el día en que los extranjeros querrán retirar su dinero en el momento en que el Estado tenga más necesidad de él, como cuando se realizan los preparativos para una guerra. Los intereses pagados a los extranjeros son siempre mucho más altos que los aumentos de los ingresos públicos inicial. A menudo se ven estos préstamos de dinero circular de un país a otro según la confianza que los inversores tengan en los países a los que envían su dinero. Pero, a decir verdad, con mayor frecuencia ocurre que los Estados, cargados con estos préstamos por muchos años, caen en la quiebra y en la incapacidad de pagar el capital. Tan pronto como se despierta la desconfianza, las acciones o valores gubernamentales caen, los inversores extranjeros no les gusta darse cuenta de esa pérdida y prefieren contentarse con el interés, con la esperanza de que la confianza revivirá. Pero a veces esa confianza nunca se revive. En los países que caen en la decadencia, la principal ocupación de los ministros es restaurar la confianza y así atraer el dinero extranjero mediante préstamos de este tipo. Pero a menos que el Ministerio no pueda mantener la fe y respetar sus compromisos, el dinero circulará sin interrupción. Es el dinero de los extranjeros lo que tiene el poder de incrementar la circulación del dinero en el país.

2.8.15 Pero el recurso de estos préstamos, que dan una facilidad en el presente, terminan en un mal final y en un fuego de paja [NOTA DEL TRADUCTOR: fuego de paja hace referencia a un asunto que empieza con mucha fuerza pero termina mal o, al menos, sin lograr los objetivos deseados]. Para revivir un país, es necesario tener la precaución de lograr una afluencia de un ingreso anual, un equilibrio real y constante de la balanza del comercio, hacer próspera la navegación para enviar al extranjero a menor coste los artículos y productos manufacturados cuando el país está en una condición baja y con escasez de dinero. Los mercaderes son los primeros en comenzar a hacer sus fortunas, después los abogados podrían tomar parte de ella, el príncipe y los labradores obtienen una parte de sus ingresos de los primeros, y distribuyen sus gracias a su placer. Cuando el dinero llega a ser demasiado abundante en el país, el lujo se diseminará por doquier y el país entrará en decadencia.

2.8.16 Éste es apróximadamente el círculo que puede ser ejecutado por un país que tiene un considerable capital y habitantes industriosos. Un Ministro hábil es siempre capaz de hacer que comience de nuevo este círculo. No se necesitan muchos años para intentarlo y obtener el éxito, al menos al principio, que es su posición má sinteresante. La incrementada cantidad de dinero en circulación será percibido de diversas maneras, que mi argumento no me permite examinar ahora.

2.8.17 En cuanto a los países que no tienen mucho capital, y que sólo pueden aumentarlo por los accidentes y por la coyuntura, es difícil encontrar medios para hacerlo florecer mediante el comercio. Ningún ministro puede restaurar las Repúblicas de Venecia y de Holanda a la brillante situación de la que han caído. Sin embargo. en cuanto a Italia, España, Francia e Inglaterra, por bajo que hayan caído, aún son capaces de elevarse por una buena administración a un alto nivel de poder solamente por el comercio, siempre que se realicen por separado, por si todos estos países estuvieran igual de bien administrados, serían grandes sólo en proporción a su respectivo capital y a la mayor o menor industria de su población.

2.8.18 El último método que se me ocurre para aumentar la cantidad de dinero realmente circulando en un país es la violencia y las armas, y a menudo es mezclado con los otros, ya que en todos los tratados de paz, por lo general, siempre se mantiene la comercialización de derechos y privilegios que se han podido obtener con la guerra. Cuando un Estado impone contribuciones a otros Estados, éste es un método muy seguro para obtener su dinero. No me comprometeré a examinar los métodos de puesta en práctica, pero me contentaré con decir que todas las naciones que han florecido de esta manera no han dejado de declinar, al igual que los países que han florecido por su comercio. Los antiguos romanos eran más poderosos de este modo que todos los demás pueblos que conocemos. Sin embargo, estos mismos romanos, antes de perder una sola pulgada de sus vastas propiedades, cayeron en decadencia por el lujo, lo que les llevó a ocasionar la cantidad de dinero que habían tendi en circulación entre ellos, así que dicho lujo pasó de su Gram Imperio hacia los países orientales.

2.8.19 Mientras el lujo de los romanos (que no comenzó hasta la derrota de Antíoco, rey de Asia en A. U. C. 564 - 242 antes de Cristo) [NOTA DEL TRADUCTOR: Debe haber un error en las fechas de Cantillón, porque el único Antíoco derrotado por los romanos fue Antíoco III el Grande, que fue derrotado por los romanos 2 veces en la guerra romano -siria, en la batalla de las Termópilas (191 A. C.) y en la batalla de Magnesia (190 A. C.)] se limita a los productos de la tierra y del trabajo de sus vastos dominios, la velocidad del dinero aumentó en vez de disminuir. El público estaba en posesión de todas las minas de oro, plata y cobre en todo el Imperio. Tenían las minas de Asia, Macedonia, Aquilea y las ricas minas de oro y plata de España y otros países. Tenían varias casas de la moneda donde acuñaban monedas de oro, plata y cobre. El consumo que Roma hacía de todo tipo de artículos y mercaderías que sacaron de sus vastas provincias no disminuyó la circulación de su divisa, lo mismo que los cuadros, estatuas y joyas que de ellos obtuvieron. Aunque los patricios pagaron cantidades excesivas por sus fiestas, uno de ellos pagó 15.000 onzas de plata por un sólo pez, todo lo que no disminuye la cantidad de dinero que circula en Roma, ya que los tributos que las provincias pagan a Roma vuelve a ellas de vuelta, por no hablar de los pretores y gobernadores llevados allí por sus extorsiones. Los importes anuales extraídos de las minas simplemente aumentó la circulación en Roma durante el reinado de Augusto. Sin embargo, el lujo estaba ya en una escala muy grande, y había mucho entusiasmo, no sólo por las curiosidades que produjo el imperio, sino también para las joyas, la pimienta y las rarezas de la India, y todas las rarezas de Arabia, y las sedas, que no fueron hechas con las materias primas del Imperio, y todo ello empezó a ser demandado. Sin embargo, el dinero extraído de las minas todavía seguía superando las sumas enviadas fuera del Imperio para comprar todas estas cosas. Sin embargo, bajo Tiberio, hubo escasez de dinero. Aquel emperador había encerrado en su tesorería 2 billones 700 mil millones de sextercios. Para restaurar la abundancia de la circulación sólo tenía que pedir una hipoteca por 300 millones de esa moneda sobre sus tierras. Calígula pasó todo ese tesoro de Tiberio en menos de un año al dominio público, y entonces la circulación del dinero alcanzó su apogeo en Roma. La furia por el lujo siguió aumentando. En los tiempos de Plinio, el historiador [NOTA DEL TRADUCTOR: parece que se refiere a Plinio el Viejo, porque escribió 20 volúmenes de Historia de las Guerras Germánicas, mientras que su sobrino Plinio el Joven destacó en la poesia, y en varias disciplinas científicas, astronomía, física, botánica, astronomía, geografía, botánica, zoología y medicina, todas recopiladas en su Historia Natural, pero no en historia], se exportó desde el Imperio más de 100 millones de sextercios, según sus cálculos. Esto era más de lo que fue extraído de las minas. Bajo Trajano, el precio de la cayó un tercio o más, según Plinio el Joven, y el dinero continuó disminuyendo hasta los tiempos del emperador Séptimo Severo. El dinero era entonces tan escaso que el emperador mandó construir enormes graneros, al no poder reunir un gran tesoro para sus empresas. Así, el Imperio Romano cayó en decadencia antes de perder ninguna de sus posesiones. He aquí lo que siempre provocó el lujo y lo que siempre provocará en circunstancias similares.


CAPÍTULO IX

Texto El Ensayo II - VII

PARTE II

CAPÍTULO VII

Continuación sobre el mismo tema.

2.7.1 Como el oro, la plata y el cobre tienen un valor intrínseco proporcional a la cantidad de tierra y trabajo que entra en su producción en las minas más el coste de su importación o introducción en los estados que no tienen minas, la cantidad de dinero, como todas las otras mercaderías, determina su valor en la negociación en el mercado contra todas las otras cosas.

2.7.2 Si Inglaterra empieza por primera vez a hacer uso del oro, de la plata y el cobre en intercambios monetarios, los metales preciosos serán valorados de acuerdo a la cantidad de él en circulación en proporción a su poder de intercambio contra todas las otras mercancías y productos y se llegará a su valor en los vaivenes de los mercados. Al principio de esta valoración los terratenientes y empresarios fijarán los salarios de sus sirvientes domésticos y trabajadores a un tanto por día o por año para que ellos y sus familias puedan vivir de los salarios que reciben.

2.7.3 Supongamos ahora que la residencia de los embajadores y los viajeros extranjeros en Inglaterra han introducido tanto dinero en circulación como el importe que había antes; este dinero pasará a manos de artesanos, criados domésticos, empresarios y otros que han tenido alguna participación en proporcionar los carruajes y sus caballos, diversiones y espectáculos, etc. de esos extranjeros; los fabricantes, agricultores y otros empresarios sentirán el dinero de este incremnto del dinero, lo cual habituará a un gran número de personas a un mayor gasto que antes, y en consecuencia esto hará subir los precios de mercado. Incluso los niños de estos empresarios y artesanos emprenderán un nuevo gasto: en esta nueva abundancia de dinero sus padres les darán un poco de dinero para sus pequeños placeres, y con esto se comprarán pestelitos y empanadas, y esta nueva cantidad de dinero, que se extenderá de modo tal que muchos de los que vivían sin el manejo de él, tendrán algo de dinero. Muchas compras que ante se hacían a crédito, se harán ahora en efectivo, y por lo tanto, habrá una mayor rapidez de circulación de dinero en Inglaterra de la que había antes.

2.7.4 De todo esto cncluyo que, doblando la cantidad de dinero en un estado, no siempre se dobla la cantidad de mercancías y productos. Un río que corre y fluye cerca de su desembocadura no podrá circular al doble de velocidad cuando la cantidad de su agua es duplicada.

2.7.5 La proporción de la carestía de la vida que es consecuencia del incremento de la cantidad de dinero en el estado dependerá del giro en que ese dinero le de a la circulación. Cuanto mayor sea el número de manos por las que el dinero circule, mayor aumentará el consumo; pero el consumo será mayor o menor según las circunstancias. Será dirigido a un cierto tipo de productos o mercancías de acuerdo a las ideas de aquellos que lo poseen. Los precios de mercado subirán más en determinados tipo de productos que en otros, sin referencia alguna a la abundancia del dinero. En Inglaterra el precio de la carne puede triplicarse mientras que el de los cereales puede aumentar sólo en un cuarto.

2.7.6 En Inglaterra siempre está permitido traer granos de países extranjeros, pero no ganado vacuno. Por esta razón, a pesar de gran incremento del dinero contante y sonante que pueda haber en Inglaterra, el precio de los cereales no sube por encima del precio en otros países donde el dinero escasea, y ese pequeño incremento en el precio es debido al coste y a los riesgos de importar granos de esos países extranjeros.

2.7.7 No ocurre lo mismo con el precio del ganado vacuno, que necesariamente será proporcional a la cantidad de dinero en circulación ofrecida por carne en proporción a la cantidad de dinero y de ganado que es criado allí.

2.7.8 Un buey que pese 800 libras se vende en Polonia y Hungría por 2 ó 3 onzas de plata, pero comúnmente se vende en el mercado de Londres por más de 40. Sin embargo, el quintal de harina no se vende en el mercado de Londres ni por el doble que en esos dos países.

2.7.9 El incremento del dinero sólo aumenta el precio de los productos y mercancías por la diferencia del coste de transporte, cuando este transporte es económicamente viable. Pero en muchos casos el coste del transporte es superior al valor de la cosa que se desea transportar, por lo que los troncos de árboles carecen de valor en muchos lugares. Este coste del transporte es la razón por la que la leche, la mantequilla fresca, las verduras, etc. son casi ragalados en las provincias alejadas de la capital.

2.7.10 Concluyo que un aumento del dinero en circulación en un estado siempre causa en él un aumento del consumo y un mayor nivel de gasto. Sin embargo, la carestía de la vida causada por dicho aumento no afecta por igual a todos los productos y mercancías, proporcionalmente a la cantidad de dinero, a menos que lo que se añade continue en la misma circulación que el dinero anterior, es decir, a menos que los que ofrecen en el mercado una onza de plata sean los mismos y sólo los mismos que ahora ofrecen dos onzas cuando la cantidad de dinero se ha duplicado, y este casi nunca es el caso. Me imagino que, cuando un gran excedente de dinero es introducido en un estado, el nuevo dinero da una nueva vuelta al consumo e incluso una nueva velocidad a su circulación. Pero no es posible precisar exactamente en que medida.


CAPÍTULO VIII

Texto El Ensayo II - VI

PARTE II

CAPÍTULO VI

Del incremento o descenso de la cantidad de oro y plata amonedados en un estado.

II.VI.I Si en un estado tuviera minas de oro y plata y obtuviera cantidades considerables de oro y plata de las mismas, los propietarios de esas minas, los empresarios y todos los que trabajan allí aumentarán sus gastos en proporción a la riqueza y beneficios que obtienen: también prestarán a interés el dinero que excede del importe que necesita gastar.

II.VI.II Todo este dinero, sea prestado o gastado, entrará en circulación y no fallará en incrementar el precio de los productos y mercancías en todos los canales de circulación en que el dinero entre. El aumento del dinero traerá un aumento de los gastos y esto causará un aumento de los precios de mercado en los años de mayor comercio y un menor aumento de precios en los de menos incremento de la circulación.

II.VI.III Todo el mundo está de acuerdo en que la abundancia del dinero y su correspondiente aumento de los intercambios comerciales, eleva los precios de todo. La cantidad de dinero procedente de América y que llegó a Europa en los últimos dos siglos justifica por la experiencia este aserto.

II.VI.IV Mister Locke establece como una máxima fundamental que la cantidad de productos y mercancías en proporción a la cantidad de dinero sirve como regulador de los precios de mercado. He tratado de aclarar su idea en los capítulos anteriores: se ha visto claramente que la abundancia del dinero hace todo más caro, pero no ha considerado como lo hace. La gran dificultad de esta cuestión es saber de que manera y en que proporción el aumento de dinero eleva los precios.

II.VI.V He comentado que una aceleración o mayor rapidez de la circulación del dinero en intercambio es equivalente, hasta cierto punto, a un incremento en el dinero real. También he observado que el aumento o disminución de los precios en los mercados distantes, bien sean locales o foráneos, influye en los precios reales de mercado. Para realizar estas operaciones, es necesario cambiar continuamente monedas de oro, plata y cobre de acuerdo a la actividad de comercial. Normalmente, también sucede que el aumento o la disminución del dinero real en un estado no es percibido porque fluye al extranjero, o porque se disemina en el interior del estado por medios tan imperceptibles que es imposible conocer exactamente la cantidad que entra o abandona el estado.

II.VI.VI Sin embargo, todas estas operaciones pasan por debajo de nuestros ojos y todo el mundo toma parte en ellas. Por lo tanto, me puedo arriesgar a ofrecer unas pocas observaciones sobre el tema, aunque no seré capaz de dar una razón exacta y precisa.

II.VI.VII En general considero que un aumento del dinero real en un estado causa un correspondiente incremento del consumo que gradualmente causa un aumento en los precios.

II.VI.VIII Si el incremento real del dinero proviene de minas de oro y plata en el estado en cuestión, el propetario de esas minas, los especuladores, los fundidores, refinerías y los otros trabajadores incrementarán sus gastos en proporción a sus ganancias. Consumirán en sus hogares más carne, vino o cerveza que antes y se acostumbrarán a vestir mejores ropas, lhechas de lino más fino, a tener casas mejor amuebladas y otras comodidades. A consecuencia de ello darán empleo a varias personas que estaban antes ociosas y por la misma razón, estas incrementarán sus gastos: todo este incremento de los gastos en carne, vino, lana, etc., disminuye la necesidad de repartir con los demás habitantes que no participaron en la primera ronda del incremento de las riquezas provenientes de las minas. Las alteraciones del mercado, o la demanda de carne, vino, lana, etc., siendo más intensas que lo usual, no fallará en incremntar sus precios. Estos altos precios determinará a los colonos en emplear más tierra para producir más al año siguiente: los mismos granjeros obtendrán más beneficio e incrementarán los gastos de sus hogares igual que los demás. Aquellos que se verán afectados por esa carestía de la vida será el primero de todos los propietarios de tierras que, durante la vigencia de sus contratos de arrendamiento y, después, su servicio doméstico y todos los trabajadores y aquellos que ganan salarios o ingresos fijos y que alimentan a sus familias con sus ingresos. Todos estos deben disminuir sus gastos en relación a los nuevos consumos, lo que obligará a un buen número de ellos a emigrar buscando el sustento en otra parte. Los terratenientes despedirán a muchos de sus empleados, y el resto exigirá un aumento de sus salarios para vivir como antes. Por lo tanto, aproximadamente, que un aumento considerable del dinero procedentes de las minas aumenta el consumo, y disminuyendo el número de habitantes, supone un gasto mayor entre los que quedan.

II.VI.IX Si se sigue extrayendo más dinero de las minas [NOTA DEL TRADUCTOR: aquí el autor identifica oro y plata con dinero], debido a su abundancia, todos los precios crecerán hasta tal punto en que no sólo los terratenientes aumentarán considerablemente sus Rentas cuando los contratos expiren y puedan reanudar su viejo estilo de vida, aumentando proporcionalmente los salarios de sus sirvientes, sino que los operarios y trabajadores aumentarán el precio de sus artículos tanto que deba haber un considerable beneficio al comprar dichos artículos del extranjero, donde son mucho más baratos. Naturalmente esto alienta a mucha gente a importar muchos artículos manufacturados, donde los encontrarán más baratos. Esto naturalmente arruinará a los artesanos y manufactureros del estado, que no podrán mantenerse por ellos mismos trabajando a semejantes precios bajos debido a la carestía de la vida.

II.VI.X Cuando la excesiva abundancia de dinero procedente de las minas hace disminuir los habitantes del estado, acostumbrados los que quedan a un gasto muy elevado, elevado el producto de la tierra y del trabajo de los trabajadores, arruinada las manufacturas del estado por el uso de las producciones extranjeras de mineros y terratenientes, el dinero producido por las minas necesariamente irá a parar al extranjero para pagar las importaciones.: esto gradualmente empobrecerá a al estado y lo hace, en cierto modo, más dependiente del extranjero, adonde se verá obligado a enviar más dinero cada año tan pronto como es sacado de las minas. La gran circulación del dinero, que fue general al principio, cesa: lo que sigue es pobreza y miseria y la única ventaja aparente del trabajo de las minas es la de aquellos empleados en ellas y la de los extranjeros que de ellas obtuvieron beneficio.

II.VI.XI Esto es aproximadamente lo que le pasó a España tras el descubrimiento de las Indias. Así como a los portugueses, tras el descubrimiento de las minas de oro de Brasil, casi siempre han hecho uso de artículos extranjeros y manufacturas; y parece que ellos trabajan en las minas sólo por la cuenta y ventaja de los extranjeros. Todo el oro y la plata que esos estados extraen de las minas no les proporciona en la circulación más metales preciosos que a otros. Con esa regla, Inglaterra y Francia obtienen incluso más.

II.VI.XII Ahora, si el incremento del dinero procede de la balanza positiva del comercio exterior (i.e. enviando artículos y manufacturas al extranjero de mayor valor y cantidad de la que es importada y, consecuentemente, recibiendo el exceso de dinero) este incremento anual de dinero enriquecerá a un mayor número de empresarios y comerciantes en el estado, y dará empleo a un mayor número de operarios y trabajadores que proporcionan las mercancías enviadas al extranjero. Esto incrementará gradualmente el consumo de los habitantes que viven de la industria y elevará el precio de la tierra y el trabajo. Pero la gente industriosa que está deseando adquirir propiedades, al principio no incrementarán sus gastos: esperarán hasta que hayan acumulado una buena suma de la que ellos puedan cobrar un interés seguro, independiente de su comercio. Cuando un gran número de sus habitantes han adquirido una gran fortuna proveniente de ese dinero, el cual entra en el estado regular y anualmente, incrementarán seguro su consumo y aumentarán los precios de todo. Aunque esta carestía de la vida les involucra en un mayor gasto del que a principio contemplábamos, continuarán gastando mientras continue su capital; porque nada es más fácil o agradable que incrementar los gastos de la familia y nada es más difícil o desagradable que reducir los gastos.

II.VI.XIII Si una balanza comercial anual continúa y ha traído un considerable aumento del dinero en un estado, se producirá un aumento del consumo, elevar los precios de todo e incluso en disminuir el número de habitantes a menos que un producto adicional sea traído del extranjero en proporción al aumento del consumo. Además es usual en los estados que han adquirido una abundancia considerable de dinero traer muchas cosas de los países vecinos donde el dinero es raro y consecuentemente todo es barato. Pero como el dinero debe ser enviado para equilibrar la balanza, el comercio interior será menor. La baratura del dinero y el trabajo en el extranjero donde el dinero es raro, naturalmente causará la construcción de manufacturas y trabajos similares a aquellos del estado, los cuales no serán al principio tan perfectos y tan bien valorados.

II.VI.XIV En esta situación, el estado puede subsistir con abundancia de dinero, consumir toda su propia producción y muchos productos extranjeros y por encima de todo esto, mantener una pequeña balanza contra el extranjero o al menos mantener el nivel de la balanza comercial durante muchos años, es decir, importar a cambio de su trabajo y manufacturas y obtener tanto dinero de los países foráneos, como lo ha hecho para enviar las mercancías y productos de la tierra que necesitaba obtener de ellos. Si el estado es un estado marítimo, la facilidad y baratura de sus fletes marítimos de sus trabajos y manufacturas para enviarlas a los países extranjeros podría compensar parcialmente los elevados precios del trabajo causados por la demasiada abundancia del dinero; así que el trabajo y las manufacturas de este estado, por caras que sea, se venderán en el extranjero a veces más baratas que las manufacturas de otro estado donde el trabajo no es pagado tan caro.

II.VI.XV El coste del transporte aumenta el precio de las cosas enviadas a países distantes; pero esos costes son muy reducidos en los países marítimos; pero estos costes son muy moderados en los países marítimos, donde hay un embarque marítimo regular a todos los puertos foráneos así que los barcos están casi siempre fondeadas allí, preparadas para zarpar y que admiten a bordo todos los cargos confiados a ellos a un flete muy razonable.

II.VI.XVI No ocurre lo mismo en estados donde la navegación no florece. Allí es necesario construir barcos expresamente para transportar mercaderías y esto a veces absorbe todo el beneficio.; y la navegación allí es muy cara, lo que siempre desanima el comercio.

II.VI.XVII Hoy Inglaterra consume la mayor parte de su pequeña producción sino también muchos productos extranjeros, como sedas, vinos, frutas, linos de gran calidad, etc., mientras vende en el extranjero sólo el producto de sus minas, su trabajo y manufacturas en su mayor parte, y aunque el trabajo más caro es debido a la abundancia de dinero, logra vender sus artículos en países distantes, debido a la ventaja de su marina mercante a precios razonables en países como Francia donde los mismos artículos son muy baratos.

II.VI.XVIII El incremento del dinero en circulación en un estado puede tener su origen, sin ninguna modificación en la balanza de comercio, en los subsisdios pagados a ese estado por poderes extranjeros, por los gastos de varios embajadores o por viajeros que, por razones políticas o curiosidad o placer pueden residir allí por algún tiempo, por la transferencia de la propiedad y fortuna de algunas familias, las cuales, por motivos religiosos, de libertad o por otras causas abandonan su país para establecerse en ese estado. En todos estos casos, las sumas de efectivo que vienen al estado aumnetan el gasto y el consumo y, a consecuencia de ello, los precios de todas las cosas suben en los canales de cambio en los cuales el dinero entra.

II.VI.XIX Supongamos que, antes del incremento del dinero, un cuarto de los habitantes de un estado consumen diariamente carne, vino, cerveza, etc., y se suministran a si mismos de tejidos, linos, etc., pero que después de dicho incremento, un tercio o la mitad de los habitantes consume las mismas cosas, los precios de todo aumentarán, y la elevación del precio de la carne inducirá a muchos de los que forman un cuarto de la población a consumir menos de lo que es usual. Un hombre que consume 3 libras de carne [NOTA DEL TRADUCTOR: 1,36 KGS.] al día se las arreglará con 2 [0,9 KGS], pero él siente la reducción, pero la otra mitad de los habitantes que no consume apenas carne, no siente la reducción. El pan se irá encareciendo poco a poco a causa de este incremento del consumo, pero como a menudo he sugerido, se encarecerá proporcionalmente menos que la carne. El incremento del precio de la carne causa una disminución en su consumo de una pequeña sección del pueblo, y así se siente; pero el aumento del precio del pan disminuye la proporción de todos los habitantes, y se siente menos. Si 100.000 personas adicionales vienen a un estado de 10 millones de habitantes, su consumo extra de pan aumentará a sólo 1 libra de cada 100, que se restará de los antiguos habitantes; pero cuando un hombre, en vez de 100 libras de pan, consume 99, apenas se notará su reducción.

II.VI.XX Cuando se incrementa el consumo de carne, los colonos aumentan sus pasturas en perjuicio de las tierras arables, y a consecuencia, de los cereales. Pero lo que causa que la carne se encarezca más en proporción que el pan es la libre importación de granos extranjeros, mientras la importación de ganado está absolutamente prohibida, tanto en Inglaterra, donde los derechos de importación son prohibitivos, como en otros estados. Esta es la razón por la que, en abundancia de dinero, la Renta de los prados y pastos aumentan el triple que las de las tierras arables.

II.VI.XXI No hay duda que emabajadores, viajeros y las familias que vienen a establecerse en el estado aumentan el consumo allí y los precios crecen en todos los canales de intercambio donde el dinero es introducido.

II.VI.XXII En cuanto a las subvenciones que el estado ha recibido de poderes extranjeros, o bien son atesoradas para las necesidades del estado o son puestas en circulación. Si suponemos que son atesoradas, no atañen a mi argumento en el cual sólo estoy considerando el dinero en circulación. Dinero atesorado, platos, tesoros de la Iglesia, etc., son riqueza que el estado puede poner en servicio en caso de extrema necesidad, pero no tienen ninguna utilidad en el presente. Si el estado pone en circulación los subsisdios en cuestión, esto sólo puede suceder gastándolos y esto seguro incrementará el consumo y enviará los precios hacia arriba. Quienquiera reciba este dinero lo pondrá en movimiento en el principal asunto de la vida, que es la alimentación, bien sea de si mismo o de otra persona, ya que todas las demás cosas corresponden, directa o indirectamente, con ella.


CAPÍTULO VII