PARTE II
CAPÍTULO VI
Del incremento o descenso de la cantidad de oro y plata amonedados en un estado.
CAPÍTULO VI
Del incremento o descenso de la cantidad de oro y plata amonedados en un estado.
II.VI.I Si en un estado tuviera minas de oro y plata y obtuviera cantidades considerables de oro y plata de las mismas, los propietarios de esas minas, los empresarios y todos los que trabajan allí aumentarán sus gastos en proporción a la riqueza y beneficios que obtienen: también prestarán a interés el dinero que excede del importe que necesita gastar.
II.VI.II Todo este dinero, sea prestado o gastado, entrará en circulación y no fallará en incrementar el precio de los productos y mercancías en todos los canales de circulación en que el dinero entre. El aumento del dinero traerá un aumento de los gastos y esto causará un aumento de los precios de mercado en los años de mayor comercio y un menor aumento de precios en los de menos incremento de la circulación.
II.VI.III Todo el mundo está de acuerdo en que la abundancia del dinero y su correspondiente aumento de los intercambios comerciales, eleva los precios de todo. La cantidad de dinero procedente de América y que llegó a Europa en los últimos dos siglos justifica por la experiencia este aserto.
II.VI.IV Mister Locke establece como una máxima fundamental que la cantidad de productos y mercancías en proporción a la cantidad de dinero sirve como regulador de los precios de mercado. He tratado de aclarar su idea en los capítulos anteriores: se ha visto claramente que la abundancia del dinero hace todo más caro, pero no ha considerado como lo hace. La gran dificultad de esta cuestión es saber de que manera y en que proporción el aumento de dinero eleva los precios.
II.VI.V He comentado que una aceleración o mayor rapidez de la circulación del dinero en intercambio es equivalente, hasta cierto punto, a un incremento en el dinero real. También he observado que el aumento o disminución de los precios en los mercados distantes, bien sean locales o foráneos, influye en los precios reales de mercado. Para realizar estas operaciones, es necesario cambiar continuamente monedas de oro, plata y cobre de acuerdo a la actividad de comercial. Normalmente, también sucede que el aumento o la disminución del dinero real en un estado no es percibido porque fluye al extranjero, o porque se disemina en el interior del estado por medios tan imperceptibles que es imposible conocer exactamente la cantidad que entra o abandona el estado.
II.VI.VI Sin embargo, todas estas operaciones pasan por debajo de nuestros ojos y todo el mundo toma parte en ellas. Por lo tanto, me puedo arriesgar a ofrecer unas pocas observaciones sobre el tema, aunque no seré capaz de dar una razón exacta y precisa.
II.VI.VII En general considero que un aumento del dinero real en un estado causa un correspondiente incremento del consumo que gradualmente causa un aumento en los precios.
II.VI.VIII Si el incremento real del dinero proviene de minas de oro y plata en el estado en cuestión, el propetario de esas minas, los especuladores, los fundidores, refinerías y los otros trabajadores incrementarán sus gastos en proporción a sus ganancias. Consumirán en sus hogares más carne, vino o cerveza que antes y se acostumbrarán a vestir mejores ropas, lhechas de lino más fino, a tener casas mejor amuebladas y otras comodidades. A consecuencia de ello darán empleo a varias personas que estaban antes ociosas y por la misma razón, estas incrementarán sus gastos: todo este incremento de los gastos en carne, vino, lana, etc., disminuye la necesidad de repartir con los demás habitantes que no participaron en la primera ronda del incremento de las riquezas provenientes de las minas. Las alteraciones del mercado, o la demanda de carne, vino, lana, etc., siendo más intensas que lo usual, no fallará en incremntar sus precios. Estos altos precios determinará a los colonos en emplear más tierra para producir más al año siguiente: los mismos granjeros obtendrán más beneficio e incrementarán los gastos de sus hogares igual que los demás. Aquellos que se verán afectados por esa carestía de la vida será el primero de todos los propietarios de tierras que, durante la vigencia de sus contratos de arrendamiento y, después, su servicio doméstico y todos los trabajadores y aquellos que ganan salarios o ingresos fijos y que alimentan a sus familias con sus ingresos. Todos estos deben disminuir sus gastos en relación a los nuevos consumos, lo que obligará a un buen número de ellos a emigrar buscando el sustento en otra parte. Los terratenientes despedirán a muchos de sus empleados, y el resto exigirá un aumento de sus salarios para vivir como antes. Por lo tanto, aproximadamente, que un aumento considerable del dinero procedentes de las minas aumenta el consumo, y disminuyendo el número de habitantes, supone un gasto mayor entre los que quedan.
II.VI.IX Si se sigue extrayendo más dinero de las minas [NOTA DEL TRADUCTOR: aquí el autor identifica oro y plata con dinero], debido a su abundancia, todos los precios crecerán hasta tal punto en que no sólo los terratenientes aumentarán considerablemente sus Rentas cuando los contratos expiren y puedan reanudar su viejo estilo de vida, aumentando proporcionalmente los salarios de sus sirvientes, sino que los operarios y trabajadores aumentarán el precio de sus artículos tanto que deba haber un considerable beneficio al comprar dichos artículos del extranjero, donde son mucho más baratos. Naturalmente esto alienta a mucha gente a importar muchos artículos manufacturados, donde los encontrarán más baratos. Esto naturalmente arruinará a los artesanos y manufactureros del estado, que no podrán mantenerse por ellos mismos trabajando a semejantes precios bajos debido a la carestía de la vida.
II.VI.X Cuando la excesiva abundancia de dinero procedente de las minas hace disminuir los habitantes del estado, acostumbrados los que quedan a un gasto muy elevado, elevado el producto de la tierra y del trabajo de los trabajadores, arruinada las manufacturas del estado por el uso de las producciones extranjeras de mineros y terratenientes, el dinero producido por las minas necesariamente irá a parar al extranjero para pagar las importaciones.: esto gradualmente empobrecerá a al estado y lo hace, en cierto modo, más dependiente del extranjero, adonde se verá obligado a enviar más dinero cada año tan pronto como es sacado de las minas. La gran circulación del dinero, que fue general al principio, cesa: lo que sigue es pobreza y miseria y la única ventaja aparente del trabajo de las minas es la de aquellos empleados en ellas y la de los extranjeros que de ellas obtuvieron beneficio.
II.VI.XI Esto es aproximadamente lo que le pasó a España tras el descubrimiento de las Indias. Así como a los portugueses, tras el descubrimiento de las minas de oro de Brasil, casi siempre han hecho uso de artículos extranjeros y manufacturas; y parece que ellos trabajan en las minas sólo por la cuenta y ventaja de los extranjeros. Todo el oro y la plata que esos estados extraen de las minas no les proporciona en la circulación más metales preciosos que a otros. Con esa regla, Inglaterra y Francia obtienen incluso más.
II.VI.XII Ahora, si el incremento del dinero procede de la balanza positiva del comercio exterior (i.e. enviando artículos y manufacturas al extranjero de mayor valor y cantidad de la que es importada y, consecuentemente, recibiendo el exceso de dinero) este incremento anual de dinero enriquecerá a un mayor número de empresarios y comerciantes en el estado, y dará empleo a un mayor número de operarios y trabajadores que proporcionan las mercancías enviadas al extranjero. Esto incrementará gradualmente el consumo de los habitantes que viven de la industria y elevará el precio de la tierra y el trabajo. Pero la gente industriosa que está deseando adquirir propiedades, al principio no incrementarán sus gastos: esperarán hasta que hayan acumulado una buena suma de la que ellos puedan cobrar un interés seguro, independiente de su comercio. Cuando un gran número de sus habitantes han adquirido una gran fortuna proveniente de ese dinero, el cual entra en el estado regular y anualmente, incrementarán seguro su consumo y aumentarán los precios de todo. Aunque esta carestía de la vida les involucra en un mayor gasto del que a principio contemplábamos, continuarán gastando mientras continue su capital; porque nada es más fácil o agradable que incrementar los gastos de la familia y nada es más difícil o desagradable que reducir los gastos.
II.VI.XIII Si una balanza comercial anual continúa y ha traído un considerable aumento del dinero en un estado, se producirá un aumento del consumo, elevar los precios de todo e incluso en disminuir el número de habitantes a menos que un producto adicional sea traído del extranjero en proporción al aumento del consumo. Además es usual en los estados que han adquirido una abundancia considerable de dinero traer muchas cosas de los países vecinos donde el dinero es raro y consecuentemente todo es barato. Pero como el dinero debe ser enviado para equilibrar la balanza, el comercio interior será menor. La baratura del dinero y el trabajo en el extranjero donde el dinero es raro, naturalmente causará la construcción de manufacturas y trabajos similares a aquellos del estado, los cuales no serán al principio tan perfectos y tan bien valorados.
II.VI.XIV En esta situación, el estado puede subsistir con abundancia de dinero, consumir toda su propia producción y muchos productos extranjeros y por encima de todo esto, mantener una pequeña balanza contra el extranjero o al menos mantener el nivel de la balanza comercial durante muchos años, es decir, importar a cambio de su trabajo y manufacturas y obtener tanto dinero de los países foráneos, como lo ha hecho para enviar las mercancías y productos de la tierra que necesitaba obtener de ellos. Si el estado es un estado marítimo, la facilidad y baratura de sus fletes marítimos de sus trabajos y manufacturas para enviarlas a los países extranjeros podría compensar parcialmente los elevados precios del trabajo causados por la demasiada abundancia del dinero; así que el trabajo y las manufacturas de este estado, por caras que sea, se venderán en el extranjero a veces más baratas que las manufacturas de otro estado donde el trabajo no es pagado tan caro.
II.VI.XV El coste del transporte aumenta el precio de las cosas enviadas a países distantes; pero esos costes son muy reducidos en los países marítimos; pero estos costes son muy moderados en los países marítimos, donde hay un embarque marítimo regular a todos los puertos foráneos así que los barcos están casi siempre fondeadas allí, preparadas para zarpar y que admiten a bordo todos los cargos confiados a ellos a un flete muy razonable.
II.VI.XVI No ocurre lo mismo en estados donde la navegación no florece. Allí es necesario construir barcos expresamente para transportar mercaderías y esto a veces absorbe todo el beneficio.; y la navegación allí es muy cara, lo que siempre desanima el comercio.
II.VI.XVII Hoy Inglaterra consume la mayor parte de su pequeña producción sino también muchos productos extranjeros, como sedas, vinos, frutas, linos de gran calidad, etc., mientras vende en el extranjero sólo el producto de sus minas, su trabajo y manufacturas en su mayor parte, y aunque el trabajo más caro es debido a la abundancia de dinero, logra vender sus artículos en países distantes, debido a la ventaja de su marina mercante a precios razonables en países como Francia donde los mismos artículos son muy baratos.
II.VI.XVIII El incremento del dinero en circulación en un estado puede tener su origen, sin ninguna modificación en la balanza de comercio, en los subsisdios pagados a ese estado por poderes extranjeros, por los gastos de varios embajadores o por viajeros que, por razones políticas o curiosidad o placer pueden residir allí por algún tiempo, por la transferencia de la propiedad y fortuna de algunas familias, las cuales, por motivos religiosos, de libertad o por otras causas abandonan su país para establecerse en ese estado. En todos estos casos, las sumas de efectivo que vienen al estado aumnetan el gasto y el consumo y, a consecuencia de ello, los precios de todas las cosas suben en los canales de cambio en los cuales el dinero entra.
II.VI.XIX Supongamos que, antes del incremento del dinero, un cuarto de los habitantes de un estado consumen diariamente carne, vino, cerveza, etc., y se suministran a si mismos de tejidos, linos, etc., pero que después de dicho incremento, un tercio o la mitad de los habitantes consume las mismas cosas, los precios de todo aumentarán, y la elevación del precio de la carne inducirá a muchos de los que forman un cuarto de la población a consumir menos de lo que es usual. Un hombre que consume 3 libras de carne [NOTA DEL TRADUCTOR: 1,36 KGS.] al día se las arreglará con 2 [0,9 KGS], pero él siente la reducción, pero la otra mitad de los habitantes que no consume apenas carne, no siente la reducción. El pan se irá encareciendo poco a poco a causa de este incremento del consumo, pero como a menudo he sugerido, se encarecerá proporcionalmente menos que la carne. El incremento del precio de la carne causa una disminución en su consumo de una pequeña sección del pueblo, y así se siente; pero el aumento del precio del pan disminuye la proporción de todos los habitantes, y se siente menos. Si 100.000 personas adicionales vienen a un estado de 10 millones de habitantes, su consumo extra de pan aumentará a sólo 1 libra de cada 100, que se restará de los antiguos habitantes; pero cuando un hombre, en vez de 100 libras de pan, consume 99, apenas se notará su reducción.
II.VI.XX Cuando se incrementa el consumo de carne, los colonos aumentan sus pasturas en perjuicio de las tierras arables, y a consecuencia, de los cereales. Pero lo que causa que la carne se encarezca más en proporción que el pan es la libre importación de granos extranjeros, mientras la importación de ganado está absolutamente prohibida, tanto en Inglaterra, donde los derechos de importación son prohibitivos, como en otros estados. Esta es la razón por la que, en abundancia de dinero, la Renta de los prados y pastos aumentan el triple que las de las tierras arables.
II.VI.XXI No hay duda que emabajadores, viajeros y las familias que vienen a establecerse en el estado aumentan el consumo allí y los precios crecen en todos los canales de intercambio donde el dinero es introducido.
II.VI.XXII En cuanto a las subvenciones que el estado ha recibido de poderes extranjeros, o bien son atesoradas para las necesidades del estado o son puestas en circulación. Si suponemos que son atesoradas, no atañen a mi argumento en el cual sólo estoy considerando el dinero en circulación. Dinero atesorado, platos, tesoros de la Iglesia, etc., son riqueza que el estado puede poner en servicio en caso de extrema necesidad, pero no tienen ninguna utilidad en el presente. Si el estado pone en circulación los subsisdios en cuestión, esto sólo puede suceder gastándolos y esto seguro incrementará el consumo y enviará los precios hacia arriba. Quienquiera reciba este dinero lo pondrá en movimiento en el principal asunto de la vida, que es la alimentación, bien sea de si mismo o de otra persona, ya que todas las demás cosas corresponden, directa o indirectamente, con ella.
II.VI.II Todo este dinero, sea prestado o gastado, entrará en circulación y no fallará en incrementar el precio de los productos y mercancías en todos los canales de circulación en que el dinero entre. El aumento del dinero traerá un aumento de los gastos y esto causará un aumento de los precios de mercado en los años de mayor comercio y un menor aumento de precios en los de menos incremento de la circulación.
II.VI.III Todo el mundo está de acuerdo en que la abundancia del dinero y su correspondiente aumento de los intercambios comerciales, eleva los precios de todo. La cantidad de dinero procedente de América y que llegó a Europa en los últimos dos siglos justifica por la experiencia este aserto.
II.VI.IV Mister Locke establece como una máxima fundamental que la cantidad de productos y mercancías en proporción a la cantidad de dinero sirve como regulador de los precios de mercado. He tratado de aclarar su idea en los capítulos anteriores: se ha visto claramente que la abundancia del dinero hace todo más caro, pero no ha considerado como lo hace. La gran dificultad de esta cuestión es saber de que manera y en que proporción el aumento de dinero eleva los precios.
II.VI.V He comentado que una aceleración o mayor rapidez de la circulación del dinero en intercambio es equivalente, hasta cierto punto, a un incremento en el dinero real. También he observado que el aumento o disminución de los precios en los mercados distantes, bien sean locales o foráneos, influye en los precios reales de mercado. Para realizar estas operaciones, es necesario cambiar continuamente monedas de oro, plata y cobre de acuerdo a la actividad de comercial. Normalmente, también sucede que el aumento o la disminución del dinero real en un estado no es percibido porque fluye al extranjero, o porque se disemina en el interior del estado por medios tan imperceptibles que es imposible conocer exactamente la cantidad que entra o abandona el estado.
II.VI.VI Sin embargo, todas estas operaciones pasan por debajo de nuestros ojos y todo el mundo toma parte en ellas. Por lo tanto, me puedo arriesgar a ofrecer unas pocas observaciones sobre el tema, aunque no seré capaz de dar una razón exacta y precisa.
II.VI.VII En general considero que un aumento del dinero real en un estado causa un correspondiente incremento del consumo que gradualmente causa un aumento en los precios.
II.VI.VIII Si el incremento real del dinero proviene de minas de oro y plata en el estado en cuestión, el propetario de esas minas, los especuladores, los fundidores, refinerías y los otros trabajadores incrementarán sus gastos en proporción a sus ganancias. Consumirán en sus hogares más carne, vino o cerveza que antes y se acostumbrarán a vestir mejores ropas, lhechas de lino más fino, a tener casas mejor amuebladas y otras comodidades. A consecuencia de ello darán empleo a varias personas que estaban antes ociosas y por la misma razón, estas incrementarán sus gastos: todo este incremento de los gastos en carne, vino, lana, etc., disminuye la necesidad de repartir con los demás habitantes que no participaron en la primera ronda del incremento de las riquezas provenientes de las minas. Las alteraciones del mercado, o la demanda de carne, vino, lana, etc., siendo más intensas que lo usual, no fallará en incremntar sus precios. Estos altos precios determinará a los colonos en emplear más tierra para producir más al año siguiente: los mismos granjeros obtendrán más beneficio e incrementarán los gastos de sus hogares igual que los demás. Aquellos que se verán afectados por esa carestía de la vida será el primero de todos los propietarios de tierras que, durante la vigencia de sus contratos de arrendamiento y, después, su servicio doméstico y todos los trabajadores y aquellos que ganan salarios o ingresos fijos y que alimentan a sus familias con sus ingresos. Todos estos deben disminuir sus gastos en relación a los nuevos consumos, lo que obligará a un buen número de ellos a emigrar buscando el sustento en otra parte. Los terratenientes despedirán a muchos de sus empleados, y el resto exigirá un aumento de sus salarios para vivir como antes. Por lo tanto, aproximadamente, que un aumento considerable del dinero procedentes de las minas aumenta el consumo, y disminuyendo el número de habitantes, supone un gasto mayor entre los que quedan.
II.VI.IX Si se sigue extrayendo más dinero de las minas [NOTA DEL TRADUCTOR: aquí el autor identifica oro y plata con dinero], debido a su abundancia, todos los precios crecerán hasta tal punto en que no sólo los terratenientes aumentarán considerablemente sus Rentas cuando los contratos expiren y puedan reanudar su viejo estilo de vida, aumentando proporcionalmente los salarios de sus sirvientes, sino que los operarios y trabajadores aumentarán el precio de sus artículos tanto que deba haber un considerable beneficio al comprar dichos artículos del extranjero, donde son mucho más baratos. Naturalmente esto alienta a mucha gente a importar muchos artículos manufacturados, donde los encontrarán más baratos. Esto naturalmente arruinará a los artesanos y manufactureros del estado, que no podrán mantenerse por ellos mismos trabajando a semejantes precios bajos debido a la carestía de la vida.
II.VI.X Cuando la excesiva abundancia de dinero procedente de las minas hace disminuir los habitantes del estado, acostumbrados los que quedan a un gasto muy elevado, elevado el producto de la tierra y del trabajo de los trabajadores, arruinada las manufacturas del estado por el uso de las producciones extranjeras de mineros y terratenientes, el dinero producido por las minas necesariamente irá a parar al extranjero para pagar las importaciones.: esto gradualmente empobrecerá a al estado y lo hace, en cierto modo, más dependiente del extranjero, adonde se verá obligado a enviar más dinero cada año tan pronto como es sacado de las minas. La gran circulación del dinero, que fue general al principio, cesa: lo que sigue es pobreza y miseria y la única ventaja aparente del trabajo de las minas es la de aquellos empleados en ellas y la de los extranjeros que de ellas obtuvieron beneficio.
II.VI.XI Esto es aproximadamente lo que le pasó a España tras el descubrimiento de las Indias. Así como a los portugueses, tras el descubrimiento de las minas de oro de Brasil, casi siempre han hecho uso de artículos extranjeros y manufacturas; y parece que ellos trabajan en las minas sólo por la cuenta y ventaja de los extranjeros. Todo el oro y la plata que esos estados extraen de las minas no les proporciona en la circulación más metales preciosos que a otros. Con esa regla, Inglaterra y Francia obtienen incluso más.
II.VI.XII Ahora, si el incremento del dinero procede de la balanza positiva del comercio exterior (i.e. enviando artículos y manufacturas al extranjero de mayor valor y cantidad de la que es importada y, consecuentemente, recibiendo el exceso de dinero) este incremento anual de dinero enriquecerá a un mayor número de empresarios y comerciantes en el estado, y dará empleo a un mayor número de operarios y trabajadores que proporcionan las mercancías enviadas al extranjero. Esto incrementará gradualmente el consumo de los habitantes que viven de la industria y elevará el precio de la tierra y el trabajo. Pero la gente industriosa que está deseando adquirir propiedades, al principio no incrementarán sus gastos: esperarán hasta que hayan acumulado una buena suma de la que ellos puedan cobrar un interés seguro, independiente de su comercio. Cuando un gran número de sus habitantes han adquirido una gran fortuna proveniente de ese dinero, el cual entra en el estado regular y anualmente, incrementarán seguro su consumo y aumentarán los precios de todo. Aunque esta carestía de la vida les involucra en un mayor gasto del que a principio contemplábamos, continuarán gastando mientras continue su capital; porque nada es más fácil o agradable que incrementar los gastos de la familia y nada es más difícil o desagradable que reducir los gastos.
II.VI.XIII Si una balanza comercial anual continúa y ha traído un considerable aumento del dinero en un estado, se producirá un aumento del consumo, elevar los precios de todo e incluso en disminuir el número de habitantes a menos que un producto adicional sea traído del extranjero en proporción al aumento del consumo. Además es usual en los estados que han adquirido una abundancia considerable de dinero traer muchas cosas de los países vecinos donde el dinero es raro y consecuentemente todo es barato. Pero como el dinero debe ser enviado para equilibrar la balanza, el comercio interior será menor. La baratura del dinero y el trabajo en el extranjero donde el dinero es raro, naturalmente causará la construcción de manufacturas y trabajos similares a aquellos del estado, los cuales no serán al principio tan perfectos y tan bien valorados.
II.VI.XIV En esta situación, el estado puede subsistir con abundancia de dinero, consumir toda su propia producción y muchos productos extranjeros y por encima de todo esto, mantener una pequeña balanza contra el extranjero o al menos mantener el nivel de la balanza comercial durante muchos años, es decir, importar a cambio de su trabajo y manufacturas y obtener tanto dinero de los países foráneos, como lo ha hecho para enviar las mercancías y productos de la tierra que necesitaba obtener de ellos. Si el estado es un estado marítimo, la facilidad y baratura de sus fletes marítimos de sus trabajos y manufacturas para enviarlas a los países extranjeros podría compensar parcialmente los elevados precios del trabajo causados por la demasiada abundancia del dinero; así que el trabajo y las manufacturas de este estado, por caras que sea, se venderán en el extranjero a veces más baratas que las manufacturas de otro estado donde el trabajo no es pagado tan caro.
II.VI.XV El coste del transporte aumenta el precio de las cosas enviadas a países distantes; pero esos costes son muy reducidos en los países marítimos; pero estos costes son muy moderados en los países marítimos, donde hay un embarque marítimo regular a todos los puertos foráneos así que los barcos están casi siempre fondeadas allí, preparadas para zarpar y que admiten a bordo todos los cargos confiados a ellos a un flete muy razonable.
II.VI.XVI No ocurre lo mismo en estados donde la navegación no florece. Allí es necesario construir barcos expresamente para transportar mercaderías y esto a veces absorbe todo el beneficio.; y la navegación allí es muy cara, lo que siempre desanima el comercio.
II.VI.XVII Hoy Inglaterra consume la mayor parte de su pequeña producción sino también muchos productos extranjeros, como sedas, vinos, frutas, linos de gran calidad, etc., mientras vende en el extranjero sólo el producto de sus minas, su trabajo y manufacturas en su mayor parte, y aunque el trabajo más caro es debido a la abundancia de dinero, logra vender sus artículos en países distantes, debido a la ventaja de su marina mercante a precios razonables en países como Francia donde los mismos artículos son muy baratos.
II.VI.XVIII El incremento del dinero en circulación en un estado puede tener su origen, sin ninguna modificación en la balanza de comercio, en los subsisdios pagados a ese estado por poderes extranjeros, por los gastos de varios embajadores o por viajeros que, por razones políticas o curiosidad o placer pueden residir allí por algún tiempo, por la transferencia de la propiedad y fortuna de algunas familias, las cuales, por motivos religiosos, de libertad o por otras causas abandonan su país para establecerse en ese estado. En todos estos casos, las sumas de efectivo que vienen al estado aumnetan el gasto y el consumo y, a consecuencia de ello, los precios de todas las cosas suben en los canales de cambio en los cuales el dinero entra.
II.VI.XIX Supongamos que, antes del incremento del dinero, un cuarto de los habitantes de un estado consumen diariamente carne, vino, cerveza, etc., y se suministran a si mismos de tejidos, linos, etc., pero que después de dicho incremento, un tercio o la mitad de los habitantes consume las mismas cosas, los precios de todo aumentarán, y la elevación del precio de la carne inducirá a muchos de los que forman un cuarto de la población a consumir menos de lo que es usual. Un hombre que consume 3 libras de carne [NOTA DEL TRADUCTOR: 1,36 KGS.] al día se las arreglará con 2 [0,9 KGS], pero él siente la reducción, pero la otra mitad de los habitantes que no consume apenas carne, no siente la reducción. El pan se irá encareciendo poco a poco a causa de este incremento del consumo, pero como a menudo he sugerido, se encarecerá proporcionalmente menos que la carne. El incremento del precio de la carne causa una disminución en su consumo de una pequeña sección del pueblo, y así se siente; pero el aumento del precio del pan disminuye la proporción de todos los habitantes, y se siente menos. Si 100.000 personas adicionales vienen a un estado de 10 millones de habitantes, su consumo extra de pan aumentará a sólo 1 libra de cada 100, que se restará de los antiguos habitantes; pero cuando un hombre, en vez de 100 libras de pan, consume 99, apenas se notará su reducción.
II.VI.XX Cuando se incrementa el consumo de carne, los colonos aumentan sus pasturas en perjuicio de las tierras arables, y a consecuencia, de los cereales. Pero lo que causa que la carne se encarezca más en proporción que el pan es la libre importación de granos extranjeros, mientras la importación de ganado está absolutamente prohibida, tanto en Inglaterra, donde los derechos de importación son prohibitivos, como en otros estados. Esta es la razón por la que, en abundancia de dinero, la Renta de los prados y pastos aumentan el triple que las de las tierras arables.
II.VI.XXI No hay duda que emabajadores, viajeros y las familias que vienen a establecerse en el estado aumentan el consumo allí y los precios crecen en todos los canales de intercambio donde el dinero es introducido.
II.VI.XXII En cuanto a las subvenciones que el estado ha recibido de poderes extranjeros, o bien son atesoradas para las necesidades del estado o son puestas en circulación. Si suponemos que son atesoradas, no atañen a mi argumento en el cual sólo estoy considerando el dinero en circulación. Dinero atesorado, platos, tesoros de la Iglesia, etc., son riqueza que el estado puede poner en servicio en caso de extrema necesidad, pero no tienen ninguna utilidad en el presente. Si el estado pone en circulación los subsisdios en cuestión, esto sólo puede suceder gastándolos y esto seguro incrementará el consumo y enviará los precios hacia arriba. Quienquiera reciba este dinero lo pondrá en movimiento en el principal asunto de la vida, que es la alimentación, bien sea de si mismo o de otra persona, ya que todas las demás cosas corresponden, directa o indirectamente, con ella.
CAPÍTULO VII
0 comentarios:
Publicar un comentario