Biografía


Richard Cantillon (circa 1680-1734), reconocido por muchos historiadores como el primer gran teórico de la economía, fue un personaje oscuro. No se conoce mucho sobre su vida. Al parecer le gustó mantener en secreto su vida y sus circunstancias personales. Fue un irlandés con un apellido supuestamente español (el apellido es, en realidad, de origen francés), que vivió en España, en Inglaterra, en los Países Bajos (concretamente Ámsterdam) y en Francia, donde hizo una gran fortuna de unos 20 millones de libras bajo el sistema de John Law.

Nació en Irlanda, y su familia tenía tierras en Ballyheigue, condado de Kerry, Irlanda. Uno de sus biógrafos, Murphy (1986) asegura que nació en Ballyronan, una población menor del municipio de Ballyheigue. En otros sitios se asegura que los Cantillon se asentaron en Irlanda en el siglo XII provenientes de Normandía (norte de Francia), no de España, como supuestamente se le atribuye. Las tierras de la familia Cantillon fueron expropiadas en el siglo XVI, y uno de los Cantillon se estableció en Francia, donde fue reconocido como Barón de Ballyheigue. Posteriormente los Cantillon habían vuelto a su lugar de orígen. El material genealógico es suficiente para asegurar que el apellido Cantillon era de origen francés (más exactamente normando, del norte de Francia).

Cantillon (o Cantlon) es un apellido anglo normando de larga existencia en Irlanda. En la Edad Media los Cantillon eran "Cantelupo", equivalente en latín a Cauntelo, el nombre de un lugar de la Francia septentrional; pero ya en 1302 se usaba en Irlanda como Cantelowe. A mediados del siglo XIII esta familia estaba establecida en los condados de Kerry y Limerick, pero perdió sus propiedades en el primero de aquellos en el siglo XVII como pena por apoyar a la Confederación Católica.

ORÍGEN: Normando - Irlandés. Encontrado por primera vez en el condado de Kerry, donde se establecieron en Ballyheige, donde fueron recompensados con tierras después de la invasión normanda de 1172 por Strongbow. La conquista anglo normanda de Irlanda liderada por Strongbow introdujo los primero elementos no gaélicos en la nomenclatura irlandesa. Los anglo normandos llevaron algunas tradiciones a Irlanda que no encajaron fácilmente con el sistema gaélico de apellidos hereditarios. Uno de los mejores ejemplos de esto son los apellidos locales. Los apellidos locales, como Cantlon, fueron tomados del nombre del lugar o un hecho geográfico donde la persona vivió, adquirió tierras o nació. Estos apellidos son muy comunes en Inglaterra, pero pácticamente no existentes en la Irlanda previa a la conquista. Los apellidos más antiguos de este tipo eran procedentes de Normandía, pero cuando los normandos cambiaron de lugar de residencia, a menudo crearon nombres en referencia al lugar en el que en aquel momento residían. Por lo tanto, en ocasiones, algunos colonos tomaron nombres de lugares irlandeses. Originalmente, estos nombres de lugares llevaban delante el prefijo de, que indica procedencia en francés. Este tipo de prefijo a veces entraba a formar parte del apellido si el nombre del lugar empezaba por una vocal, o fue eliminado por completo. La familia Cantillon originalmente vivía en un lugar llamado Cantelo en el norte de Francia. Los hechos de la Alta Edad Media recogen el apellido Cantlon como de Cantelupo, la palabra latina equivalente a la normanda de Cauntelo. Antes de su emigración a Irlanda, la familia Cantlon pasó un largo período en Inglaterra. El santuario de St. Thomas de Cantelupe, que fue el último santo inglés canonizado antes de la reforma, está en la catedral de Hereford.

VARIANTES: Cantillon, Cantilon, Cantlin, Cantilupe, Cantlowe, Cantell, Cantillion, Cantlon, Cantlow y otros.

Arthur Young menciona una parroquia llamada Cantillon cerca de Bridgend, en Glamorganshire, tercera edición, Londres 1772, página 164 (está en inglés en este enlace).

About Bridgend there are many farms which consist of a very light land, especially near Cantillon, and yet no turnips are fown; one farmer from England in the latter parish, fowed two acres and was at great pains to hoe them well, and kept them clean.

En cristiano esto significa:

Cerca de Bridgend hay muchas fincas agrícolas que constan de una tierra muy ligera, especialmente cerca de Cantillon en donde se cultivan nabos; un granjero procedente de Inglaterra en esta última parroquia cultivó dos acres y realizó un gran esfuerzo con la azada para mantenerlas limpias.

Parece que Cantillon tuvo al menos un antepasado en Francia llamado como él, Richard Cantillon, que tuvo negocios en el país galo a fines del XVII y que murió en 1717. En otros sitios se dice que tuvo orígenes normandos y que provenía de una familia jacobita, que sus antepasados huyeron de la invasión cromweliana de Irlanda y perdieron sus tierras, que más tarde volvieron y recuperaron sus tierras en la década de los 1670. Irónicamente, William Petty fue un adjunto del ejército inglés y fue responsable de supervisar las tierras expropiadas, probablemente también las tierras de los Cantillon. Sin embargo, no se duda que Richard Cantillon nació en Irlanda.

En resumen, los Cantillon son de origen francés (del norte de Francia, Normandía, más exactamente) pero al menos una rama de la familia se mudó al condado de Kerry, con la invasión normanda de Irlanda (siglo XII). Posteriormente fueron expropiados, expulsados por la invasión inglesa de Irlanda y tuvieron que volver a Francia, pero cuando cambiaron las tornas, volvieron a Irlanda y recuperaron sus tierras, donde nació nuestro Richard.

Como ya hemos dicho, Cantillon tenía al menos un antepasado con su mismo nombre y apellido. En realidad era una costumbre en la familia Cantillon alternar los nombre de pila Richard (como nuestro autor) y Thomas. Un Richard Cantillon normalmente bautizaba a su varón primogénito como Thomas y este a su vez a su hijo primogénito como Richard. Además, si tenía más de un hijo varón, era normal que si al primogénito le tocaba Richard, al segundón lo llamara Thomas, y al revés. Esta alternancia entre los nombres Richard y Thomas llevó a que, desde 1717 en adelante, hayan habido al menos tres Richard Cantillon: el caballero Richard Cantillon, el economista Richard Cantillon y el sobrino de este último. Aún más, en la muerte del caballero Richard Cantillon, el economista recibió el título de 'le jeune', el joven, para transferirselo a su sobrino 3 años más tarde y que contaba con 3 años de edad. Todo esto dificulta la investigación sobre su vida.

Se podría pensar que la familia Cantillon vivían en un lugar bastante aislado del mundo, dado el clima lluvioso de Irlanda y la dificultad de desplazamiento por los embarrados caminos de la isla Esmeralda. Esto es cierto desde el punto de vista británico. Pero el condado irlandés de Kerry estaba desde siglos atrás perfectamente comunicado con el continente. El condado de Kerry, al igual que otras partes de Irlanda, estaba muy mal comunicado con Dublin, pero muy bien comunicado con Francia y otros países del continente, donde exportaban carne vacuna y mantequilla e importaban brandy, vino y sal. El comercio era de contrabando, y los pequeños botes en que se realizaban transportaban no sólo las mercancías citadas, sino también emigrantes irlandeses. A veces estos inmigrantes eran temporales:

Cuando plantaban su maiz en la primavera, a muchas familias les daba el capicho de viajar a España y pasaban el verano pidiendo limosna y vagando de un lugar a otro por el norte de aquél reino; no volvían a su casa hasta que la misma estaba preparada para ser cosechada y entonces retornaban e invernaban aquí.

Las relaciones entre los irlandeses del sur y los franceses del norte (bretones y normandos) fueron muy intensas. Honoré de Balzac (1799-1850), en su novela Beatriz (parte I - Los personajes) habla de un barón bretón arruinado (monsieur du Guénic) que huyó por motivos políticos (enfrentamiento con Napoleón) a Irlanda  en 1802 y volvió en 1813 con la idea de casarse con una irlandesa mucho más joven, Fanny O'Brien, igualmente noble y arruinada. Durante los 11 años de domicilio en Irlanda, su hermana cobraba las rentas de sus tierras y se las enviaba a su hermano por medio de pescadores. Bretaña y Normadía (baja y alta) son limítofes.

Para sorpresa de William Pertty, los irlandeses estaba lo suficientemente educados como para hablar latín. Kerry notó que las clases superiores hablaban tanto latín como francés, pero que 'el francés era bastante frecuente entre los irlandeses más pobres, y sobre todo en Kerry, el condado más alejado de Dublin'.

Entre las pocas cosas que podemos asegurar con certeza es que en 1708 estaba en Francia, donde tomó esta nacionalidad. Se dice que Cantillon afirmaba en París que nunca había llevado zapatos hasta su llegada a esta ciudad. Richard Cantillon trabajó en España en 1711 para el ejército inglés como contador del Pagador General de los Ejércitos Ingleses, donde realizó pagos para rescatar a soldados ingleses. Pero más tarde un primo banquero que residía en Paris le mandó llamar para que trabajara como secretario suyo. Entre 1717 y 1720 trabajó en la capital francesa en el banco de su primo, del que terminó siendo dueño. Se sabe que viajó bastante entre algunas capitales europeas, principalmente Londres y París, y que en 1720 estuvo un mes en Amsterdam, además de Londres y París en aquel mismo año. Hizo una gran fortuna especulando con títulos de la deuda del gobierno francés, pero vendió los títulos poco tiempo antes de que estallara la burbuja especulativa. Poco después de ese pelotazo especulativo, se casó con la hija de un general irlandés. O con Mary Anne Mahony, la hija de Daniel Mahony, un mercader parisino, en 1722. Apuesten por la versión verdadera.

Una vez convertido en millonario, se trasladó a Londres, donde escribió su libro Ensayo sobre el comercio en general. En 1734 fue asesinado por su cocinero, quien para encubrir su crimen, prendió fuego a la casa y escapó con objetos valiosos. Así pues, Cantillon fue el único economista que se hizo rico y, por ello, murió asesinado. Al menos esta es la historia oficial.

La vida de este personaje es tan oscura que no se conoce muy bien los orígenes de su fortuna. Está claro que en muy poco tiempo se apoderó del banco, pero tan súbito enriquecimiento como simple empleado bancario no puede tener un orígen lícito. Según una versión, Cantillon, que era el contador del banco, anotaba en la contabilidad del banco las pérdidas y los beneficios en su cuenta particular. Según esta versión, su primo falleció y la viuda exigió ver los libros y salieron a la luz las oscuras maniobras. Según esta versión, debió huir a Londres con toda esta fortuna. Una vez allí, compró una casa, se instaló, y al cabo de un tiempo, al día siguiente de sacar 10.000 libras del banco, fue asesinado el 14 de mayo de 1734 y su casa devorada por las llamas. Al parecer, un tal Chevalier de Louvigny, quién 7 meses después apareció en Surinam, que entonces era colonia holandesa, despertó las sospechas del gobernador de la Compañía de Surinam. Un tal Henry de Chausses, informó que el 11 de diciembre de 1734 uno de los 9 pasajeros del barco, el "caballero de Louvigny" despertó las sospechas del capitán porque entre sus pertenencias tenía un barril de pólvora, 16 rifles, muchos instrumentos y gran cantidad de guineas de oro. El capitán informó al gobernador su sospecha acerca del extraño pasajero y se libró orden de que compareciera para examinar su pasaporte. El pasajero no se dio por enterado y huyó. Ubicado su escondite, se secuestraron los bienes y documentos que el caballero había enterrado, que se comprobó eran documentos de Cantillon, e incluían detalles de sus tenencias de títulos y su testamento. Pero el misterioso personaje nunca pudo ser prendido.

Las dos versiones de la vida de Cantillon son contradictorias, aunque puede que la verdad se encuentre a mitad camino entre ambas, o que sea una combinación de ambas. En cualquier caso, el propio Cantillon tuvo interés en mantener en las sombras su propia vida, lo que da algo de verosimilitud a la versión segunda de su vida.

Una teoría más, o quizá deberíamos llamarla especulación, sobre la muerte de Cantillon es que caballero de Louvigny era en realidad el propio Cantillon. Según esta teoría, el cadaver que se encontró entre los restos de la casa era el de otra persona, quizás, digo yo, el de su cocinero. Esta teoría se basa en dos únicos datos y una pregunta: la noche anterior, Cantillon sacó del banco 10.000 libras, una cantidad equivalente a lo que una persona con un buen nivel económico ganaría en toda su vida. El otro dato es que Cantillon tenía en aquel momento problemas con la ley. Y que el pasajero del barco cuando huyó, se llevó todo el dinero, pero abandonó el testamento de Cantillon y otros papeles del "difunto" Cantillon, que no tendrían ningun valor para el asesino. Por otra parte, es al menos peculiar que en el momento del incendio sólo estuviese Cantillon con su cocinero.

Lo más apropiado que se puede decir es que la vida de Cantillon fue cualquier cosa menos aburrida.





EL SISTEMA DE JOHN LAW:

John Law (Edimburgo, 16 de abril de 1671 - Venecia, 29 de marzo de 1729) fue hijo de un orfebre (o Goldsmith) escocés, que a la muerte de su padre heredó una pequeña fortuna. Mató a un hombre en un duelo por disputarse los favores de la futura condesa de Orkney, fue condenado a muerte, después fue absuelto, el hermano del muerto recurrió, se revisó la condena y fue condenado a pena de carcel, pero escapó al continente. En Amsterdam estudió la banca y recorrió Europa para propagar, sin éxito, sus teorías.

En 1675, año de la muerte del todopoderoso rey Luis XIV, Law llegó a Francia donde se ganó la confianza del regente, el duque Felipe de Orleans.

La idea básica de Law era que los recursos estaban infrautilizados por la insuficiencia de la circulación monetaria. La idea era cierta. Los comerciantes se quejaban desde siglos antes de la escasez de monedas, lo mismo que los agricultores siempre se quejan del tiempo. La teoría en vigencia en aquel momento era la "mercantilista", que aseguraba que se podía paliar el déficit consiguiendo una balanza de pagos con el exterior positiva, lo cual, evidentemente, producía un flujo positivo de entrada de monedas de oro y plata y/o de ambos minerales.

Law quería cortocircuitar este proceso mediante la creación de un banco nacional y la emisión de un tipo de notas bancarias fiduciarias (nosotros lo llamaríamos billetes de banco).

La economía francesa estaba totalmente estrangulada y las finanzas públicas en bancarrota. El regente buscaba desesperádamente una solución. En palabras de Galbraith, “los hombres que buscaban desesperadamente una solución son fáciles de persuadir, porque necesitan desesperadamente que se los persuadan”.

En 1716, Law crea el Banque Royale, que se hizo cargo de las deudas de la corona, al tiempo que hacía lo propio, ¡como no!, con las deudas particulares del propio duque Felipe de Orleans. El banco, a cambio, gozaría del privilegio y el monopolio de la emisión fiduciaria (de billetes), novedad que Law pretendía imponer. Los billetes del banco estaban respaldados en oro y plata, para afrontar esas deudas. En 1717, Law creó la Compañía del Oeste (que era una mera copia de la Compañía de los Mares del Sur - South Sea Company, de Inglaterra). La compañía después cambió el nombre a Compañía de las Indias, y por último, Compañía del Mississippi. La Compañía tenía el privilegio de explotar las riquezas que se pudieran encontrar en los territorios franceses en América. La compañía, cualquiera que fuese su nombre, tenía un capital extraordinario para su época.

Law convenció a los franceses de que bajo Luisiana se encontraba un extenso yacimiento de minerales, algo que hoy se sabe es totalmente falso, y hasta ridículo. Pero en ese momento sólo había lugar para el optimismo, y los franceses pecaron de confiados, adquiriendo acciones de la Compañía del Oeste a un ritmo desenfrenado. “En 1719 el boom se había convertido en una especulación salvaje. El precio de las acciones subía a veces cada hora.” explica Galbraith.

Como suele suceder en este tipo de ocasiones, las acciones de la compañía se vendían a crédito, con un sólo y pequeño pago inicial. La gente hablaba de las extraordinarias ganancias que tendrían lugar en los territorios franco-americanos. Una vez iniciada la "bola de nieve" especulativa, la gente deseaba pagar las enormes y desmesuradas cantidades que les pedían por las acciones de la Compañía. Las acciones de la Compañía, que tenían un valor nominal de 500 libras turnoise (l.t.), alcanzaron un valor 10.000 l.t. (20 veces, es decir, un 2.000% sobre su valor nominal).

El prestigio del escocés también iba en un veloz ascenso. De haber nacido en Francia, probablemente lo habrían nombrado héroe nacional. Pero lo bueno dura poco, porque lentamente las dudas comenzaron a surgir. Los billetes perdieron su credibilidad, y la euforia inicial fue reemplazada por una sensación de suspicacias. Entonces, ocurría lo que John Law no deseaba que ocurriese jamás, la gente pretendía cambiar los billetes por el respaldo en oro y plata que les habían prometido. Claro que ese oro y esa plata estaban enterrados, supuestamente, en Luisiana. Pero realmente no estaba en ningún lado. La Banque Royale rechazó el respaldo de oro y plata que ella misma había estimulado, no aceptaba los billetes que había emitido desenfrenadamente, los cuales entonces carecieron de valor alguno. Finalmente, Law tuvo que huir de Francia. Estuvo cerca de morir en manos de los furiosos y engañados franceses, para quienes la vida de Law valía menos que los billetes de la Banque Royale.

Si bien, la economía francesa, que estaba totalmente deprimida en 1715, se aceleró durante los años de la especulación y de la circulación de los billetes de banco, al fracasar la idea de Law, la economía francesa entró en una profunda recesión, y la idea de crear un banco nacional y emitir billetes fiduciarios fue aparcada durante años.




COMO SE HIZO RICO:

Desde el principio, Cantillon se vio involucrado en el sistema de Law. Se introdujo en el sistema de Law desde las primeras etapas, y pronto estuvo actuando como banquero y agente de Law. Juntos inviertieron dinero en una expedición para comprar tierra en la región del Mississippi, aventura que quedó en nada. Lo más importante, sin embargo, es que compró acciones de la Compañía en los primeros meses de su existencia y las vendió tiempo después, cerca del pico de la cotización, cuando pensaba que el esquema estaba a punto de fracasar. Law pensó que Cantillon era un traidor y le amenazó con encerrarle en prisión. Law le rogó que volviera a la compañía, pero Cantillon se negó.

Hay dudas si Cantillon pensó desde el principio que el esquema de Law iba a fallar o si se convenció de ello más tarde. Pero está claro que Cantillon vió, en un momento determinado, la oportunidad y la aprovechó.

Cantillon compró acciones de la compañía inglesa South Sea Company. La fiebre especulativa de la compañía francesa se extendió a la inglesa, ya que los ingleses copiaron algunas de las acciones de dicha compañía, y el valor de las acciones pronto subió. Nuevamente Cantillon compró barato al principio y vendió caro antes de que las acciones se derrumbaran en la bolsa.

Una tercera oportunidad se le presentó a Cantillon especulando con las monedas. La moneda inglesa era la libra esterlina (le), y la francesa la libra turnoise (lt). A principios del siglo XVIII, ambos países tenían monedas de oro y plata. Las notas (billetes) del banco de Law y las acciones de su compañía estaban denominados en lt. Law pensaba devaluar (depreciar, bajar) el valor de las monedas de oro, y por lo tanto, aumentar el valor de la lt en términos de otras monedas y de los dos metales preciosos, como parte de un plan para desmonetizar los metales y avanzar sobre un sistema monetario basado en billetes. La idea era que la gente aceptaría con gusto las notas bancarias cuando conociera que el oro y la plata iban a perder valor.

Cantillon especuló contra Law prestando lt en Paris antes de que se revalorizara para cobrar un tiempo después en Londres en le. Sobre el papel hizo un gran beneficio, aunque tuvo dificultades en cobrar todos sus créditos de gente que había perdido mucho dinero y que blasfemaba contra él. Sin embargo fue gravado con impuestos altos en Francia, donde tras el fracaso del sistema de Law se pretendió imponer impuestos a aquellos que se habían lucrado con el sistema de Law.

En la última década de su vida, se vio envuelto en juicios, principalmente por Lady Mary Herbert, su amante, Joseph Gage, sus familias y asociados. Ellos habían pedido prestado dinero a Cantillon para comprar acciones de la Compañía cuando estas estaban subiendo rápidamente y lo habían perdido todo cuando el precio cayó. Pretendían recuperar lo perdido reclamando judicialmente aduciendo que Cantillon había cometido fraude con ellos. Cantillon fue incluso arrestado y metido en prisión, aunque sólo por unas horas. El asunto judicial se fue complicando, con acusaciones de bigamia, intentos de asesinato. Quizás, aducen unos, por esto tuvo que huir de Inglaterra bajo otro nombre. Esto daría pie a la idea de que Cantillón murió más tarde en el Caribe.

Si fuera ciero la teoría de la huída bajo nombre falso, Cantillón sólo se habría llevado una parte mínima de su inmensa fortuna. Cantillón legó a su muerte a su esposa e hija una considerable fortuna, que según su cajero, era de dos millones y medio (¿de libras turnoise?), patrimonio que había conseguido en mus pocos años. Recordemos que había sacado el día anterior a su muerte 10 mil libras esterlinas. Un inventario aproximado de sus bienes hecho poco antes de su muerte, muestra que tenía efectivo en bancos de Londres, Amsterdam, Viena, Cadiz y Bruselas, tierras y casas en Inglaterra, Francia y Luisiana y así como varias anualidades.

ENSAYO DE CANTILLON

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